Un indigente que malvivía entre desechos en Algemesí ha sido víctima de una brutal paliza y permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de la Ribera en estado muy grave. La Policía Nacional confirmó ayer que ya se ha detenido a un individuo como presunto autor de la agresión. No obstante, la investigación sigue abierta para esclarecer el móvil del ataque y si hubo algún otro participante más.
Los hechos ocurrieron la semana pasada. El indigente, conocido como, de 44 años, recibió una brutal paliza en el habitáculo que ocupaba en ek barrio del Raval de Algemesí. Santos, como se le conoce popularmente, recibió una gran cantidad de golpes tanto en el rostro como en la cabeza. La agresión se produjo a plena luz del día. Fue a media tarde cuando se recibió una llamada al teléfono de emergencias 112 para dar cuenta del suceso, aunque algunas fuentes afirman que el ataque se produjo horas antes.
Una ambulancia trasladó al herido al Hospital de la Ribera. El servicio de Urgencias se hizo cargo de él. Presentaba diversas fracturas óseas y politraumatismos por todo el cuerpo, aunque de manera especial en la zona del cráneo, donde el agresor centró buena parte de sus golpes. Una semana después, todavía se encuentra ingresado en el centro alcireño, concretamente en la UCI, donde permanece en estado estable pese a la gravedad de sus heridas.
La investigación abierta por la Policía para esclarecer los hechos seguía ayer abierta tras practicarse una detención. El lunes los agentes apresaron a un individuo, presunto autor de la agresión aunque los agentes encargados del caso tampoco descartan que haya algún implicado más.
Cuatro años mendigando
Los investigadores recaban pruebas y datos sobre el motivo que provocó la paliza al indigente de 44 años. Una de las hipótesis que se baraja es que la agresión se produjera a causa de una supuesta deuda por drogas. La caseta en la que vivía está ahora completamente revuelta. Con todo, hasta que no se cierre la investigación, la policía mantiene abiertas todas las líneas de trabajo posibles.
Santos llegó a València apenas unos años después de nacer. Allí creció y estudió al cuidado de su abuelo. Encontró trabajo en el sector de la construcción, pero hace unos años todo se torció para él. Perdió el empleo, a su familia y se arruinó. Cambió de aires y se mudó a Algemesí, hace unos cuatro años. Por sus calles ha mendigado durante todo este tiempo para sobrevivir gracias a la caridad de los vecinos.
