Efectivos de la Guardia Civil trataron durante toda la tarde de ayer de localizar por tierra, mar y aire a un ciudadano francés de 37 años que se había adentrado en el mar en torno a las 13 horas y no había regresado a la zona de la playa en la que había tomado el sol. Fueron sus padres quienes denunciaron su desaparición unas horas después. Sus objetos personales se quedaron en la arena. En su búsqueda participaron un helicóptero, una patrullera unidades motorizadas y un equipo de buceadores.

A media tarde, un matrimonio de mediana edad frances, residente en la urbanización Cullera Park, denunció verbalmente en el puesto de la Guardia Civil de Cullera la desaparición de su hijo. El joven entró en el mar entre la zona de la playa de San Antonio y la del Racó. Varios testigos aseguraron haberlo visto entrar en el agua, supuestamente con el objetivo de bañarse, tras dejar en la arena sus objetos personales. Sus padres, alarmados al no encontrarlo de vuelta, decidieron dar cuenta de lo ocurrido a la Benemérita.

Los primeros testimonios recogidos por los agentes en su entorno señalaban que se trata de una persona «muy responsable» que «le tiene mucho respeto al agua». Algunas fuentes incluso llegaron a asegurar que, en realidad, no sabía nadar.

La Guardia Civil montó un operativo de búsqueda coordinado por el cuartel de Cullera, en el que participó una embarcación que rastreó la bahía, un quad, buzos y un helicóptero que sobrevoló toda la playa de San Antonio por si avistaba el más mínimo indicio. El dispositivo se mantuvo hasta que la falta de luz impedía maniobrar a los agentes.