El Instituto Geográfico Nacional detectó en la tarde-noche de ayer un pequeño terremoto con epicentro en Algemesí que apenas fue percibido por la población y no provocó daños. El movimiento sísmico, de 2,7 de magnitud en la escala Ritcher, se produjo a las 20,44 horas y el Centro de Emergencias de la Generalitat informó de que también podía haber alcanzado a las localidades de Benifaió y Carlet.

De hecho, los servicios de emergencias únicamente registraron la llamada de un vecino de esta última localidad que, al parecer, residente en una finca, alertó de que había percibido el temblor. Fuentes policiales señalaron que nada se notó en el retén de Carlet, ubicado en una planta baja, y nadie llamó al mismo para avisar del pequeño terremoto. Tampoco la Policía Local de Algemesí recibió llamada alguna. Se da la circunstancia de que el Instituto Geográfico Nacional había detectado el día anterior dos pequeños temblores frente a la costa de Segunt y con epicentro en el mar, de 2,3 y 1,7 de magnitud, respectivamente.

Los expertos consideran que estos pequeños terremotos forman parte de la actividad sísmica normal que registra la Comunitat Valenciana, cuya mitad sur está afectada por las tensiones entre las placas africana y eurasiática. De hecho, en algunas épocas, la Ribera ha registrado una sucesión de pequeños temblores que en ocasiones sí han llegado a ser percibidos por una parte importante de la población al ser mayor su magnitud. Uno de estos episodios se produjo en el mes de junio de 2008 con una sucesión de pequeños movimientos sísmicos que se dejó sentir en municipios de la Ribera y la Costera. Los expertos ya explicaron entonces que se trata de terremotos que no tienen trascendencia y señalaron que son producto de alguna rotura debido a la tensión entre las dos grandes placas.

Zona de riesgo sísmico

Por su ubicación la Ribera está considerada como zona de riesgo sísmico, aunque se da la circunstancia de que los terremotos que a la postre han sido los más catastróficos para la comarca se localizaron en comarcas vecinas.

Los primeros seísmos de los que se tiene referencia se remontan al mes de diciembre del año 1396. Se sucedieron cuatro terremotos que afectaron principalmente a Xàtiva, pero también a la mayoría de casas de Sueca, Riola y Alzira, viéndose también muy afectada Cullera. Otro de los grandes terremotos sufridos por los vecinos de la Ribera es el que el 23 de marzo de 1748 se localizó en Enguera y Montesa, al que siguieron dos réplicas que también afectaron a la comarca.

El siglo XIX fue el período en el que mayor actividad sísmica se produjo en la Ribera y en 1872 Carlet sufría un seísmo de intensidad VII, el nivel más alto de los temblores registrados en la zona. Villanueva de Castellón fue en 1883 el epicentro de cuarto fuertes seísmos, dos de intensidad VII, dos de nivel V y hasta un quinto más débil.