Cullera se marcó como objetivo hace unos años reconquistar el mercado europeo del turismo, uno de los pilares de las décadas de los setenta, ochenta y noventa y, según los últimos datos, parece que las estrategias municipales están dando frutos ya que el turismo internacional se ha disparado un 66,33 % en lo que va de año en comparación con el mismo período de 2016. Los visitantes de otros países crecen exponencialmente por segundo año consecutivo, lo que supone un impulso para un sector que en estos momentos vive los mejores momentos de la última década.

Por nacionalidades, Cullera se consolida como uno de los destinos vacacionales favoritos de los franceses. Los galos representan el 46 % del total de los extranjeros que deciden pasar sus vacaciones en el municipio. Su crecimiento supera incluso al del año anterior al incrementarse en un 47,72 %, 14 puntos más. «Los franceses siempre habían tenido predilección por Cullera y aunque durante algunos años dejaron de venir, la situación se ha revertido. Hoy es muy habitual oir hablar francés en nuestras calles, restaurantes y hoteles», explica el alcalde, Jordi Mayor, quien destaca que los galos son «buenos clientes porque gastan mucho y su perfil es el de un turista que no da problemas y además valora positivamente el sol y playa además de la oferta cultural y de ocio».

Alemania es el segundo país que más turistas aporta. Los teutones crecen de manera destacable con un 76, 71 % respecto de la primera mitad de 2016. En tercer lugar se sitúan los británicos, con un repunte del 23,38 %. Los Países Bajos se erigen en el cuarto país con una subida del 137,88 %. La mayoría de los turistas extranjeros proceden de países de la Unión Europea aunque también los hay, en menor medida, de Argentina, Estados Unidos o Rusia. Se tiene constancia de viajeros procedentes de 30 nacionalidades.

El gobierno local considera que este repunte del turismo de otros países es un indicio del cambio iniciado en el modelo turístico. «El mejor turista es el que tenemos, al que hay que cuidar y mimar», detalla Mayor, quien destaca que «era necesario que nos abriéramos a nuevos mercados para recuperar un perfil de turista que en su día tuvimos». Mayor apunta además que esto tiene efectos positivos en el empleo. «La temporada se ha alargado estos dos últimos años y eso se nota también en la contratación. Hace solo tres años el sector turístico estaba sumido en la depresión y hoy la situación es la mejor de la última década con cifras de ocupación récord y la llegada de turistas extranjeros», concluye el alcalde.