El año pasado el ayuntamiento realizó pruebas en diferentes lugares de la ciudad con una máquina especial para retirar chicles del suelos. Con un producto derivado de la remolacha y agua caliente, era capaz de eliminar del pavimento un chicle cada treinta segundos. Los experimentos fueron satisfactorios y ayer, el concejal Fernando Pascual las llegó a calificar de éxito. Por ese motivo, aseguró que, tras la adquisición de dos unidades por parte de la empresa concesionaria de la limpieza viaria, en septiembre volverán a la calle. De este modo, junto a los nuevos contenedores y la campaña de concienciación, el ayuntamiento también contará con una herramienta para actuar y mantener la ciudad libre de chicles.