Una inversión de 30 millones de euros en la ampliación de la planta de Alzira y la renovación de maquinaria ha situado a la empresa Ice Cream Factory Comaker (ICFC), heredera de la antigua Avidesa, entre los tres fabricantes de helado más importantes de Europa. La compañía, que actualmente emplea a 630 trabajadores, espera crecer un 15 % durante la campaña 2017, lo que se traduciría al finalizar el año en una facturación récord de más de 113 millones de euros. Ice Cream prevé genera otros 70 empleos en los próximos 18 meses si se cumplen estas expectativas de crecimiento.

La empresa confirmó ayer que durante el ejercicio 2016 se concretó esta inversión de 30 millones de euros en innovación, con la que aspira a liderar el sector heladero en Europa. Esta elevada cifra se suma a los más de cien millones invertidos en los últimos doce años. ICFC cerró el anterior ejercicio con una facturación de 101,8 millones de euros y una producción de 73 millones de litros.

Fuentes de la compañía indicaron que se consolida de este modo la renovación de maquinaria e instalaciones, el desarrollo de nuevos productos y otros proyectos de I+D y señalaron que Ice Cream «ha iniciado su andadura en la llamada industria 4.0 a través de la digitalización e integración de todos sus procesos».

Interacción con los clientes

La compañía apuesta también por la digitalización como canal de interacción con sus clientes a través de sus nuevos perfiles en las redes sociales. «El objetivo principal es conectar con las nuevas generaciones de consumidores y los millennials para compartir las impresiones y experiencias sobre sus productos».

Ice Cream es una compañía líder en la fabricación de helados destinados al canal de la alimentación, restauración e impulso que se reinventó hace poco más de una década con un nuevo modelo de negocio centrado en la marca del distribuidor y que en 2015 superó por primera vez los cien millones de facturación.