? La nueva metodología que se imparte en el centro de Carlet rompe también con el modo tradicional de impartir las clases. «Antiguamente los maestros sacaban de las clases a los alumnos que necesitaban refuerzo. Nosotros, en lugar de eso, introducimos a más de un profesor para que ayude a estos estudiantes y saque lo más positivo que tengan», indica Salvador. Además, estos alumnos rezagados no trabajan con otros libros, sino con los mismos que el resto de la clase, aunque con una programación adaptada. «Así, siempre se sienten parte del grupo». Por último, el método también rompe con la unidireccionalidad en el proceso de aprendizaje. «En las clases siempre debe de haber conversación y trabajo en grupo, lo que favorece el respeto y mejora la expresión oral».
