Agradecer el trabajo que se ha realizado durante su paso por la Junta Local Fallera a aquellos miembros que han finalizado su cargo y, de forma paralela, dar la bienvenida a los nuevos protagonistas que asumen esas responsabilidades es la esencia del acto de «canvi de vares», el primero oficial de la nueva directiva que esta vez, y por un periodo de al menos dos años, presidirá Susi Meliá Peiró.

Estuvieron presentes los representantes de las quince comisiones falleras de Cullera, el alcalde de la ciudad y presidente nato de l JLFC, Jordi Mayor, y el concejal delegado de Fallas, Javier Cerveró. Ante ellos, la presidenta de la Junta Local Fallera que ha llevado hasta ahora las riendas de este colectivo, Loles García Mancebo, protagonizó el emotivo acto del relevo. Todos quisieron remarcar la importancia que tiene la fiesta fallera dentro de la sociedad valenciana.

La nueva presidenta de la JLFC, Susi Melià quiso «agradecer el importante trabajo» que había realizado su antecesora. La nueva presidenta animó a los presentes a seguir trabajando por la fiesta más tradicional valenciana, a los que entraban en la propia entidad desde dentro de ella y al resto les lanzó el reto de seguir trabajando cada uno desde su comisión. La presidenta emplazó a todos a participar de forma colectiva en la que será la primera gran fiesta fallera del año, el próximo día 8 de julio, «Falles a la mar», un acontecimiento pensado para dar a conocer la fiesta josefina a aquellos que visitan la ciudad costera durante la temporada estival.

El alcalde de la ciudad y presidente de la JLFC agradeció a Loles García «el gran trabajo realizado durante sus años al frente del colectivo fallero» y a la nueva presidenta le tendió la mano para seguir trabajando juntos, ayuntamiento y fallas, por el buen nombre de la fiesta fallera, Patrimonio inmaterial de la Humanidad.

Durante el acto se le entregó a la presidenta saliente un pergamino como agradecimiento de los años trabajados desde este estamento por las Fallas de Cullera. Todos los asistentes disfrutaron de un buen ambiente, en el que por encima de todo y de pasadas rivalidades lo que prevaleció fue un excelente espíritu fallero de hermandad y respeto mutuo.