Las playas de Cullera, Sueca y El Perelló fueron ayer, un año más, las elegidas por los vecinos de la Ribera para celebrar la noche de San Juan. Los municipios costeros se habían preparado durante toda la semana para una noche en que la concurrencia supera con creces la de cualquier otra noche del año.

Las autoridades de las tres poblaciones prepararon un dispositivo especial de vigilancia y limpieza para garantizar la seguridad y la preservación de las playas. En Cullera se amplió la zona acotada en la que se permitían las hogueras, entre las Torres Espacio y la playa del Sicania. En el resto de playas, aunque no se prohibió expresamente, las autoridades recomendaron no encender fuego, aunque hubo quien decidió hacer su fiesta particular.

En Sueca, en base a la normativa de Costas, no se autorizaban hogueras, aunque se daban consejos en caso de que se encendieran -no quemar muebles ni plásticos ni enseres que pudiesen dañar el entorno natural de las playas que se encuentran en el Parc Natural de l'Albufera- y se vieron hogueras a lo largo de toda la costa. El ayuntamiento, para facilitar el traslado, en especial de los más jóvenes a la zona costera, ofreció un servicio de autobús con Les Palmeres y la Llastra. La gente acudió a las playas forma masiva.

En la zona de Cullera, tal y como se ha venido haciendo en los últimos años para evitar el botellón, la Guardia Civil controló el acceso a las playas del parque natural de l'Albufera, y en especial a la zona del Dosser y del Faro. La vigilancia se reforzó en toda la costa. La Policía Local también colaboró con los servicios de limpieza para que la playa quedara despejada a las 5 de la madrugada. En El Perelló, también se acotó la zona que va desde el final de las dunas hasta el Socarrat.