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El intenso calor reaviva la planta invasora que cubre el cauce del Xúquer

La especie acuática vuelve a colonizar los márgenes en el curso bajo del río a su paso por Riola y Fortaleny - El vegetal también se propaga en las aguas del Albaida en Manuel pese a la riada de enero y al trabajo de la CHJ

El intenso calor reaviva la planta invasora que cubre el cauce del Xúquer

La llegada del calor del verano ha propiciado que la planta invasora ludwigia grandiflora, más conocida como duraznillo de agua, vuelva a colonizar las aguas de Xúquer. En algunos puntos del tramo final del río ya se han avistado pequeñas concentraciones de este ejemplar exótico que se caracteriza por tener unas flores amarillas de cinco pétalos y por su rápida propagación, mientras que en el río Albaida a su paso por Manuel el vegetal recupera camino tras llegar a cubrir la totalidad del cauce el año pasado. Los expertos aseguran que con la bajada de los caudales esta planta irá a más, por lo que piden a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que mantenga unos niveles de agua óptimos, sobre todo en los afluentes, para evitar que el duraznillo vuelva a imponer su ley en los ríos de la comarca.

Unos de los emplazamientos en los que ha proliferado esta planta el último mes es la zona existente entre Riola y Fortaleny. «Crecen por esquejes, con un solo brote son capaces de desarrollarse y de un modo muy rápido, por eso se aprovechan de riadas como la de enero -que arrastró río abajo todos los ejemplares- para arraigar en la zona baja del cauce y proliferar ahora, aprovechando el aumento de las temperaturas y el caudal más moderado del río», argumenta el biólogo Salvador Argente.

El temporal de principio de año logró arrancar toda la telaraña vegetal de esta especie que se incrustaba en los márgenes del río, sin embargo no fue suficiente como para eliminar la planta acuática. «Era cuestión de tiempo que la ludwigia volviera a crecer en los márgenes; con el calor, este tipo de plantas crecen mucho», asegura el miembro de Xúquer Viu, Frederic Piqueres. Además, se trata de un ejemplar que «crece de 3 a 10 veces más rápido que las variedades autóctonas y por eso no tiene competidores», añade Argente.

Actuaciones en el río Albaida

El lo que refiere al río Albaida a su paso por Manuel, uno de los puntos más afectados por esta variedad que se introdujo en el ecosistema mediterráneo como planta ornamental para estanques y jardines, el duraznillo vuelve a adueñarse de los márgenes, aunque no cubre la totalidad del cauce como el año pasado. La propia CHJ tuvo que intervenir allí el pasado mes de octubre ante la espectacular concentración de esta planta acuática en lo que fue una primera fase de un plan de actuación contra la ludwigia que, de momento, no ha tenido continuidad. El ente hidrológico destapó parte de la cubierta vegetal y el posterior crecimiento del afluente en enero hizo el resto.

El último mes la planta ha proliferado, sobre todo por el aumento de las temperaturas. El caudal moderado que actualmente lleva el río ha impedido que la planta vuelva a colonizar el cauce por completo, pero cuando baje el nivel del agua «volverá a expandirse», augura Argente. En este sentido, coincide con el biólogo el edil de Manuel, Pau Martínez, quien asegura que «sí se ve que hay menos ludwigia que el año pasado». No obstante, cree que esto se mantiene así «al haber un mayor caudal de agua que en años anteriores». Así mismo, indicó que desde el consistorio esperan que las actuaciones de limpieza del cauce concertadas con la Diputación, que tendrán lugar en septiembre, sirvan también para contrarrestar la presencia del duraznillo.

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