Durante el chequeo, a los mayores de 40 años se les realiza una anamnesis (recopilación de información a través de una entrevista clínica) en busca de hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol, conocer el nivel de sedentarismo del paciente y la información sobre su situación vacunal. Asimismo, al paciente se le solicita un análisis de sangre y se lleva a cabo una exploración clínica que permite determinar el Índice de Masa Corporal (IMC), con el peso y la talla del paciente, medición del perímetro abdominal o tensión arterial. En caso de detectar anomalías, el personal de enfermería encargado de llevar a cabo estas revisiones remite al paciente a su médico de familia.