El antiguo granero que un grupo de jóvenes de Sueca ha decidido convertir en el Ateneo Popular La Llegona no tiene un propietario conocido. Forma parte de un solar sujeto a un programa urbanístico que, como tantos otros, se programó para ampliar el perímetro de las ciudades pero acabó engullido al estallar la burbuja inmobiliaria. En el Catastro no figura a nombre de ningún particular, según aseguraron ayer diversas fuentes a este periódico. Esta circunstancia, y el evidente estado de abandono en el que se encuentra el sequer desde hace años, juegan a favor de los chavales que han decidido ocuparlo para que se transforme en un foro cultural alternativo.

Los promotores de la ocupación del inmueble, ubicado en la calle Polinyà de Sueca, toman decisiones de manera asamblearia. Anoche celebraron otra reunión para organizarse. Un nutrido grupo de ellos lleva días adecentando las instalaciones para convertirlas en un espacio «que se pondrá a disposición del pueblo y de todas aquellas personas y colectivos que quieran hacer uso de él para realizar actividades». En este momento se está rehabilitando el suelo de madera del local.

Silencio oficial

Los actuales gestores del Ayuntamiento de Sueca, una coalición liderada por Compromís y de la que también forma parte el Grup Independent de Sueca, Perelló i Mareny (GISPM), tampoco han puesto mucho empeño hasta ahora en impedir la acción protagonizada por los jóvenes. La «okupación» no ha alterado las agendas de las autoridades locales.

La Policía Municipal pasó el domingo por el granero, pero no ha vuelto allí desde entonces. Los promotores de la iniciativa fueron identificados por los agentes, que les advirtieron de las consecuencias que podría acarrearles entrar en una propiedad ajena. En ningún momento pusieron obstáculos a la hora de facilitar su filiación. No quieren forzar ningún enfrentamiento. Muy al contrario, pretenden convertir el Ateneo La Llegona en un centro social «arraigado en el vecinario», al que invitan de manera reiterada a participar y a hacer uso de las instalaciones, que se encuentran frente a las pistas de patinaje que habilitó el ayuntamiento para responder a otra reivindicación juvenil del barrio.

El objetivo que anima a los promotores del Ateneo Popular es llenar un hueco en la programación cultural y de actividades sociales. «Somos conscientes de las carencias y problemáticas que tiene nuestro pueblo y nos comprometemos a trabajarlas para hacer de Sueca un pueblo mejor», proclama el colectivo en su acta fundacional. Eso sí, desean autogestionarse y trabajar al margen de cualquier poder institucional. «No queremos depender de ningún ayuntamiento ni de políticos con fines e intereses partidistas», señalan para precisar después que descartan que su actividad, «hecha por el pueblo y para el pueblo», pueda verse afectada por la dinámica política.

Al servicio del barrio

Los jóvenes interpretan que han «liberado» un espacio que permanecía abandonado y en desuso para que vuelva a cobrar vida a beneficio de la comunidad. «Nuestro objetivo es crear tejido popular, unir los movimientos sociales y culturales del pueblo y de la comarca, y también reforzar los vínculos y servir de ayuda a la gente del barrio y del vecindario». Esta necesidad de mantener una buena sintonía con el entorno también les ha llevado a «aceptar quejas, sugerencias y propuestas para mejorar la relacion existente con el barrio». Aseguran que estarán encantados de recibir los comentarios de los vecinos en el mismo Ateneo La Llegona o bien a través de un correo electrónico.