Con la quema disminuye mucho la cantidad de semilla de malas hierbas y además se reduce el número de tratamientos herbicidas a aplicar. Esto constituye, según defiende la propuesta, un método alternativo y que reduce la aplicación de productos químicos y, por lo tanto, los residuos sobre el suelo y la planta. Además, en las últimas campañas se está observando la aparición del fenómeno de la anoxia, provocada por un exceso de sulfuro de hidrógeno en el suelo, acompañada de una insuficiente aireación y un exceso de materia orgánica. Para minimizar daños hay que aumentar el aireamiento del suelo y reducir la cantidad de materia orgánica mediante la crema de rastrojos, defienden los expertos.