Las cuatro localidades seleccionadas por los técnicos para ubicar el vertedero comarcal -Llombai, Turís, Montserrat y Real- rechazan de forma unánime la propuesta del Área de Energía del Consorci de la Ribera.Los cuatro municipios apuestan por la búsqueda de un nuevo emplazamiento que evite transportar los residuos hasta Murcia.

La falta de instalaciones para enterrar desperdicios en la Ribera ha llevado al Consorcio de Residuos a explorar nuevos emplazamientos para la futura construcción del vertedero comarcal. Un establecimiento que pretende reducir los costes originados por el transporte de residuos a Murcia.

La anulación de la propuesta de emplazar el vertedero en Guadassuar -donde se encuentra la planta de tratamiento de residuos- por parte del Tribunal Superior de Justicia en 2016 conllevó la búsqueda de una nueva ubicación para el vertedero. Llombai, Turís, Montserrat y Real son los cuatro municipios escogidos como ubicaciones idóneas para la construcción del vertedero comarcal. Sin embargo, dichas localidades no han recibido la noticia con los brazos abiertos.

El Ayuntamiento de Turís, presidido por Eugenio Fortaña (PSPV), alega la excesiva proximidad entre la posible ubicación del vertedero y el núcleo urbano. Pese a que Fortaña reconoció la impermeabilidad propia del terreno destacada en el estudio técnico, argumentó que el territorio seleccionado cuenta ya con un gran número de explotaciones agrícolas, hecho que agrava su saturación. «Hay más zonas deshabitadas que supondrían una ubicación mejor y donde el impacto medioambiental sería menor». afirmó Fortaña.

Vertederos anteriores

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente de Llombai, Josep Enric Forés (IPL), criticó que ninguna administración pública ha hecho cumplir a las empresas gestoras las exigencias sanitarias y de seguridad. «No se puede prometer nuevos vertederos si no se mejoran los vertederos anteriores», aseguró el concejal. Además, la negativa aumenta por los constantes problemas derivados del transporte de residuos que atraviesan el municipio hasta llegar a Real. Forés incitó a estudiar las localidades que más residuos producen como posibles emplazamientos, de forma que se reduzcan los costes de transporte. «La problemática del vertedero no es cosa de cuatro, sino de todos los pueblos de la Ribera», sentenció.

La población de Real, que desde el año 1993 arrastra una larga lucha contra la presencia de vertederos y, en especial, de uno de residuos tóxicos, ha sido la más contundente en cuanto a la propuesta del Consorcio. «En Real no se situará el basurero comarcal porque nosotros ya sabemos lo que es un vertedero», aseguró el alcalde de la localidad Alejandro Blasco (AEA).

Las consecuencias,sociales, ambientales y políticas sufridas en Real con los vertederos también son percibidas con preocupación por el alcalde de Montserrat José Mª Mas (PSPV), quien advirtió que la ciudadanía «se pondrá en pie de guerra» si el municipio es escogido como emplazamiento de residuos y apuesta por explorar nuevas soluciones.