«No nos podemos permitir que caiga ninguna piedra más del castillo de Corbera». Así de contundente se mostró, ayer, la vicepresidente de la Diputación de València, Maria Josep Amigó, en su visita a la localidad ribereña. Amigó prometió trabajar para acelerar las obras de rehabilitación del inmueble, que presenta un estado de deterioro considerable.

Maria Josep Amigó confesó sentirse «moralmente responsable» de la situación del castillo. Por lo cual, se comproometió a «interferir para que el Área de Patrimonio actúe en el castillo de Corbera. Como administración que apoya la labor que realizan los ayuntamientos, los alcaldes y alcaldesas y los concejales valencianos, la Diputación tiene la obligación de consolidar el Castillo de Corbera y contribuir a la conservación del patrimonio de todos los valencianos y las valencianas», remarcó.

El Castillo de Corbera, de época ibera-romana, pasó en 2003 a ser titularidad del Área de Patrimonio de la Diputación de València. Desde entonces, los diferentes gobiernos municipales han solicitado partidas presupuestarias para lograr la consolidación y conservación de la fortaleza y evitar su derrumbe. Actualmente existe el compromiso de ejecutar cinco catas arqueológicas.

Por su parte, el alcalde de Corbera, Jordi Xavier Vicedo, agradeció la visita de Maria Josep Amigó al municipio y, muy en especial, «su compromiso y su dedicación personal en un proyecto tan sensible para Corbera como es la consolidación de su castillo», destacó. Amigó también conoció de primera mano el resultado de las inversiones que ha realizado el ente provincial en la localidad.