El Hospital de la Ribera tratará, de ahora en adelante, el cáncer de recto mediante el uso de braquiterapia. Según explicó ayer elcentro, dicho método mínimamente invasiva, mejora la eficacia del tratamiento al aplicar la radiación desde el centro del propio tumor, reduciendo los efectos secundarios y produciendo menos daño en los tejidos sanos adyacentes. De esta forma, el centro alcireño se convierte el primer centro público de la Comunitat Valenciana y en el tercero de España en utilizar esta técnica para el cáncer de recto, después del Hospital de Navarra y del Hospital Dr. Negrín de Las Palmas.

La braquiterapia, también conocida como radioterapia interna, es una técnica para el tratamiento del cáncer que permite aplicar las dosis de radiación desde el centro del propio tumor, lo que aumenta la eficacia del tratamiento y reduce de manera considerable sus efectos secundarios. Además, se disminuye la probabilidad de que el tumor reaparezca en el mismo sitio, ya que permite aumentar la dosis de radiación en el mismo, sin necesidad de incrementar ésta en las células sanas que hay alrededor.

Según destacó el jefe del Servicio de Radioterapia del hospital, el doctor Miguel Soler, «esta técnica está indicada en casos concretos, para el tratamiento exclusivo de tumores pequeños o en tumores más avanzados como terapia combinada con la radioterapia externa y en pacientes con edad avanzada que presentan problemas de salud para ser sometidos a cirugía o que no quieren tratarse con ella».

En este sentido, el Dr. Soler señaló que dicha técnica «puede ser una alternativa para aquellos pacientes añosos que no pueden ser sometidos a operaciones radicales». Con la incorporación del tratamiento del cáncer de recto, el Hospital de La Ribera ya aplica la braquiterapia en tumores de cabeza y cuello, bronquios, esófago, vías biliares, ginecológicos, próstata, recto y ano, piel y sarcoma.

Método indoloro

El Servicio de Radioterapia del Hospital de la Ribera atendió 92 casos de cáncer de recto en 2016. Los nuevos pacientes contarán con dicha técnica, que se lleva a cabo con sedación del enfermo y la aplicación de una anestesia local en crema.

Tras dilatar el ano, se introduce el aplicador que posteriormente es conectado a una máquina que contiene la fuente radiactiva que se utiliza para tratar el tumor cancerígeno y «con el que se puede alcanzar hasta la parte media de recto», indicó el jefe del servicio, que añadió: «Se trata de una técnica indolora, mínimamente invasiva, sin sangrado y que es muy bien tolerada por los pacientes, que solo necesitan alrededor de 4 sesiones en días consecutivos para realizar un tratamiento radical del tumor».

Con anterioridad al inicio de las sesiones, los especialistas del Hospital de la Ribera llevan a cabo un examen completo de la zona tumoral del paciente, al que se le realizan una resonancia y dos endoscopias, para localizar el tumor y conocer sus características, tamaño y tejidos circundantes.

Asimismo, el centro ribereño recordó que mediante TAC «se realiza una planificación de las sesiones, estableciendo con exactitud su duración y las dosis adecuadas de radiación que se deben emitir en cada punto del tumor para conseguir la mayor efectividad».