El número de licencias de obra se mantiene al alza en Alzira desde el año 2015. El sector alcanzó un incremento de un 15 % de los permisos a finales de 2016 y, para este nuevo ejercicio, se espera que llegue hasta el 30%. Las obras menores han sido las que han experimentado un crecimiento mayor, permitiendo que la construcción despegue de nuevo tras años de caída libre y estancamiento provocado por la crisis económica.

La construcción en Alzira empieza a repuntar. Así lo demuestran las últimas cifras del departamento de Urbanismo del ayuntamiento. Mientras que en el año 2015 el número total de licencias de obra que se habían ejecutado llegó a 728, en 2016 la cifra aumentó hasta 843, lo que supone un incremento de casi el 15 %. Además, el primer semestre de 2017 cuenta ya con 504 licencias, por lo que desde el área de Gestión Urbanística esperan que este porcentaje aumente hasta el 30 % para finales de año. «El volumen económico que maneja este tipo de licencias es importante, lo que hace que también aumenten los ingresos del Ayuntamiento de Alzira por el impuesto de construcción» enfatizó el concejal de dicha área, Fernando Pascual.

Los que más han notado este despegue son los pequeños constructores. Las declaraciones responsables de obras, es decir, aquellas obras menores que no requieren de un proyecto, concentraron hasta 81 licencias más en 2016 que el ejercicio anterior. Reformas y mejoras de accesibilidad en comunidades de vecinos son las obras menores que más han proliferado en los últimos años.

Por su parte, aunque en menor medida, las obras mayores de nueva construcción también han sido protagonistas de esta progresión. Si en el año 2015 se habían construido 44 nuevas edificaciones, en 2016 se levantaron hasta 20 construcciones más, entre las que predominan las viviendas unifamiliares por encima de las viviendas colectivas

Las cifras del primer semestre de 2017 -en total, 504 licencias de obra de enero hasta junio- apuntan a la continuación de este incremento para finales de año. «La progresión va en aumento, lo que quiere decir que el sector va recuperándose», destacó Pascual.

Un sector que remonta

Desde el inicio de la crisis económica, el número de licencias de obra había caído hasta un 85 % en de la Ribera. Los ayuntamientos ribereños pasaron de conceder 1.589 licencias de obra en 2006 a reducir la cifra hasta 239 en 2013, hecho que suponía la mayor parálisis del ámbito de la construcción, según los datos del Instituto Valenciano de Estadística (IVE).

Localidades como Alzira llegaron al 2013 con tan sólo 28 licencias de obra. Entre ellas, siete estaban destinadas a nueva planta, quince para la rehabilitación y las restantes en intervenciones que no necesitaban demolición. Muy por debajo de esta cifra quedaban municipios como Algemesí, con diecisiete; o Carcaixent, con ocho

Sin embargo, la progresión experimentada estos últimos años ha permitido que el ladrillo vuelva a cobrar vida en la Ribera, dejando en un segundo plano el estancamiento que alcanzó durante el periodo de recesión.