El pleno del Ayuntamiento de Turís ha ratificado, de manera unánime durante su última sesión, el rechazo a la ubicación del vertedero en el término municipal. La localidad fue una de las propuestas que surgió del estudio técnico que el Consorci de Residuos Ribera-Valldigna encargó a la Agència Energètica de la Ribera y en el que también aparecían Llombai, Real y Montserrat.

El alcalde, Eugenio Fortaña, ya mostró su rechazo tras conocer la inclusión de Turís entre los pueblos considerados como idóneos para ubicar esta infraestructura. Su negativa cuenta ahora con el apoyo de todo el ayuntamiento. Los servicios técnicos del consistorio turisano han emitido un informe, a petición de la alcaldía, que concluye que el carácter tan general del estudio de la agencia «ha hecho que no se examinen con precisión los ámbitos delimitados en el término de Turís, incluyendo como idóneas áreas que en realidad no cumplen los requisitos exigidos y que deberían extraerse del estudio».

Fortaña ha enumerado algunos de los factores que impiden la instalación del vertedero en el término municipal: «Por una parte, está la excesiva proximidad al casco urbano; también hay que considerar la existencia de zonas residenciales en la zona, más de 60 diseminadas. Igualmente habría que tener en cuenta la afección y eliminación de zonas de importancia agrícola y ganadera, puesto que se suprimirían cultivos y explotaciones avícolas, con el respectivo impacto que también supondría para las dos cooperativas locales (La Turisana y La Baronía). El impacto cultural y medioambiental al encontrarse cercana a los restos del poblado ibérico de La Carència, declarado BIC, o incluir en el perímetro del vertedero un barranco de la Confederación Hidrográfica del Júcar incluido en el Patricova y protegido por riesgo de inundación son otros de los factores a tener en cuenta», dijo.