La Ribera iniciará en breve la campaña de recogida de uno de los productos más representativos de la zona, el caqui, con expectativas francamente satisfactorias, ya que los resultados obtenidos hasta ahora convierten esta temporada en una de los mejores de los últimos años. Nació como una mutación espontánea, pero en la actualidad es una auténtica tendencia dentro de la gastronomía con clara expansión en los últimos lustros. El caqui se ha hecho con un lugar destacado entre la exportación de frutas valencianas y el exponencial crecimiento que se vive todos los años ha provocado que la comarca asuma a día de hoy, más del 88% de la producción total en España.
«Estamos satisfechos porque se presenta una buena campaña, sobre todo porque la calidad de la fruta es excepcional. Respecto al año pasado, va a haber un ligero incremento. Mentiría si dijera que no se esperaba superior, pero las altas temperaturas sufridas en los últimos meses han pasado factura a la cosecha», asegura Cirilo Arnandis, presidente de la Federació de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana y de la cooperativa Canso de l'Alcúdia, además de ser considerado como el padre de la revolución del caqui.
En esta campaña está previsto recolectar 260.000 toneladas, de las cuales 160.000 serán Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer (DO). «El crecimiento viene marcado más por las plantaciones que se ponen en marcha que por la producción normal. Aun así, el caqui que se va a exportar e incluso vender en territorio nacional va a tener unas condiciones óptimas. Todavía no sabemos el precio final de comercialización, pero la nueva promoción de este año va encaminada a recuperar las cifras respecto al 2016», afirma.
El techo de la producción de caqui española todavía está por descubrir puesto que aún es un producto relativamente novedoso y los productores estiman que es necesario un trabajo de investigación, promoción e inversión en campañas de marketing, fundamentales para llegar a la situación actual. El esfuerzo de la Denominación de Origen, por su labor de innovación e investigación, ha conseguido pasar de un caqui que sólo tenía un mes de vida a los cuatro meses actuales en el mercado. Y basándose tan solo en una única variedad, el Rojo Brillante.
«El futuro lo tenemos que marcar nosotros. El caqui sigue siendo un gran desconocido en el mercado. Desde la DO estamos moviéndonos para abrir esta fruta a nuevos mercados y todo desde dentro, sin apoyos externos. Solo nos queda seguir invirtiendo en el progreso, aunque todo esto va ligado a la producción. En 18 años, la DO se ha gastado cerca de 20 millones de euros en promoción. Es mucho dinero y casi un 70 % son aportaciones del productor. Eso es lo que nos ha permitido llegar, entre otras cosas, a la situación actual, partiendo de una fruta excepcional como es el caqui Persimon. No obstante, todavía queda mucho terreno en el que trabajar para poder dar a conocer el caqui en un nivel mucho más amplio al actual», sentencia.
Nuevas fronteras
La expansión en el mercado nacional no es el único objetivo que se marcan los empresarios y agricultores del sector. Entre el 65 y el 70% de la producción española de caqui se destina a la exportación a Francia, Alemania y Canadá, pero el gran objetivo es la introducción del caqui español en Rusia, puesto que considera un mercado natural dentro del continente y es una fruta que tiene mucha aceptación el país. «La idea es ampliar mercados. Los países que actualmente reciben nuestra fruta son muy exigentes y confían en nuestro producto. Poder exportar nuestros productos a Rusia supondría un avance muy importante para la economía, pero por el momento, estamos perjudicados por el veto, que todo apunta, a que se dará por cerrado en 2019. Los más castigados con estas decisiones somos los agricultores», apunta Bernardo Ferrer, vicepresidente de AVA-Asaja. «Sería importantísimo que se abriera el tema de Rusia, que sigue siendo nuestro mercado natural dentro del continente y el ruso es un gran consumidor de caqui por tradición. Cuando son decisiones políticas es complicado decir cuándo, pero esperamos que sea cuanto antes», continúa Cirilo Arnandis.
