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Algemesí y Cullera también exigen una fumigación aérea contra la mosca negra

Los ayuntamientos piden a Sanidad la intervención extraordinaria en el río que ha autorizado en Sueca

Un tratamiento aéreo contra la mosca negra en campos de arroz de Sueca en una imagen de archivo. v. m. p.

Sueca ha marcado el camino al conseguir la autorización para realizar una fumigación aérea extraordinaria contra la mosca negra de la dirección general de Sanidad Ambiental. Cullera y Algemesí están a la cola, ya que también han reclamado un tratamiento contra la plaga en aguas del Xúquer con el uso de un helicóptero. Tanto uno como otro se mantienen a la espera de obtener la aprobación, que daría pie a una intervención a gran escala en los últimos kilómetros del río.

En Algemesí, según explicó ayer el alcalde en funciones, Pere Blanco, la mosca negra ha tenido una incidencia menor que otros años, lo que no quita la existencia de focos de la plaga en el término: «Quizás otros años ha sido más grave, pero siempre se dan casos de molestas picaduras de mosca negra en la localidad. La zona de las piraguas es un lugar en el que el insecto suele proliferar». Blanco comentó que el ayuntamiento ha mantenido conversaciones con la conselleria y sus técnicos y espera una respuesta: «Estamos pendientes del informe que realicen los expertos, ya que aunque no tengamos tantos problemas como Sueca, sí hay zonas que son de difícil acceso, por lo que lo ideal sería realizar el tratamiento con helicóptero».

La situación es similar en Cullera, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Hugo Font, a este diario: «También estamos pendientes de que el Consell nos autorice, hemos recibido la visita de varios técnicos y lo normal es que si Sueca ha recibido el beneplácito, nos lo den a nosotros también, ya que tenemos más dificultades». El edil destacó que una de las zonas más delicadas al respecto es la de la cabecera de la desembocadura.

Otras localidades

Desde Algemesí hasta Cullera hay, no obstante, otros pueblos que, por el momento, no han realizado una petición ex profeso al Consell para realizar intervenciones concretas en su término. Es el caso de Polinyà, cuyo alcalde, Òscar Navarro, aseguró que este año no han habido grandes problemas de mosca negra en el término. No obstante, mostró su interés por una fumigación aérea a gran escala: «Lo lógico sería que se actuara en todo el tramo bajo del Xúquer, de este modo el tratamiento llegaría a más sitios y su efectividad aumentaría, porque si se queda algún foco activo, el problema seguirá ahí. Por ese motivo, creo que tanto nosotros como otros pueblos estaremos encantados con que se haga, sobre todo si se tiene en cuenta que es una fumigación no daña a las personas y es respetuosa con el medio ambiente».

La concejal de Medio Ambiente de Sueca, Isabel Jiménez, también señaló la importancia de llevar a cabo la fumigación a lo largo de varios términos municipales, tal como adelantó ayer Levante-EMV: «Aunque sea Sueca quien haya conseguido la autorización en primer lugar, nos mantenemos a la espera de que respondan a otros pueblos. Hay que tener en cuenta que la mosca negra tiene un radio de acción de unos cincuenta kilómetros, por lo que dejar un único foco puede afectar a varias poblaciones».

Sueca solicitó, en primera istancia, realizar el tratamiento aéreo en enero, aunque no obtuvo su una respuesta afirmativa hasta este mes de agosto, tras la constación por parte de los técnicos de la conselleria de los problemas de accesibilidad y de la existencia de un foco importante de mosca negra en el término. Tal y como recordó la propia Jiménez, es precisamente en invierno cuando el tratamiento es más eficaz.

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