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Agricultura

La algarroba cotiza más que la fruta

Los más de 30 céntimos por kilo que se pagan este año superan las liquidaciones de la fruta de verano y, además, con unos costes de producción mucho menores - Cuatro detenidos en una semana por dos robos de cosecha en Turís

Un agricultor golpea a un algarrobo en una imagen de archivo. r. puchades

La desastrosa campaña de la fruta de verano, en la que el incremento de la producción y su calidad no se han visto recompensados en el mercado al cerrarse con unos precios irrisorios en los que apenas se han cubierto los gastos, ha provocado que cultivos en recesión, como por ejemplo el algarrobo, sean a día de hoy más rentables y estén mejor valorados que los frutales. De hecho, esta rentabilidad ha provocado un aumento del número de robos de este tipo de cultivo. Los últimos dos detectados esta semana en Turís por la Guardia Civil y la Policía Local, que detuvieron a cuatro personas cuando iban cargadas con muchos kilos de este fruto seco.

El último de estos dos arrestos tuvo lugar el jueves, cuando agentes de la Policía Local sorprendieron a dos personas cuando transportaban 1.600 kilos de algarrobas. El valor de la cosecha sustraída superaba los 600 euros, por lo que se considera delito y los dos implicados se encuentran en calidad de investigados y a la espera del juicio. Además de esta actuación, también la Benemérita protagonizó un arresto similar el pasado lunes, cuando sorprendió a otros dos individuos que circulaban con una furgoneta cargados con cosecha robada. En ambos casos, los vehículos utilizados fueron inmovilizados por los agentes.

El aumento de los robos de esta cosecha, que abunda en el término de Turís, se entiende porque este año el precio de la algarroba supera los 30 céntimos por kilo, cantidad ligeramente superior a las liquidaciones recibidas por los agricultores en muchas variedades de fruta de hueso pero que, no obstante, representa una rentabilidad bastante superior a la de la fruta, pues los costes de producción son bastante menores en el caso del fruto seco. De hecho, la algarroba no necesita tratamientos fitosanitarios, y con tan solo varios laboreos durante el año es suficiente para obtener una buena cosecha. En los frutales de hueso y pepita, por su parte, los tratamientos que se llevan a cabo son muchos y con costes elevados, sin descuidar las horas de mano de obra necesarias para realizar la poda, el aclarado y la recolección.

El sector de la algarroba está intentado desde hace unos años revitalizar este cultivo milenario con un aumento de precios para -de esta forma- que los campos que se estaban abandonando se recuperen para su cultivo y vuelvan a su producción habitual. También se está fomentando la plantación de nuevas variedades y el cambio de marcos de plantación más intensivos. De esta forma, se espera que este fruto seco vuelva a ser rentable y a frenar la caída del cultivo, pues en estos últimos años se han abandonado muchos campos y arrancados otros. De hecho, y pese a ser más rentable que la fruta de verano, la producción ha caído un 30 %.

Otra de las ventajas que tiene el cultivo de la algarroba es su recolección, ya que al ser un fruto seco, tiene hasta varios meses para cosechar, lo que ocasiona que se pueda compaginar con otros trabajos.

Controles para impedir robos

Tanto la Guardia Civil como la Policía Local han tomado medidas para controlar el robo de algarrobas a través de controles. Algunos de estos se realizan en caminos y zonas donde se concentra una mayor producción y, en estos, los agentes proceden a identificar a los vehículos que pasan por la zona. La segunda medida de control se desarrolla en los almacenes de destino, donde se pide a los usuarios la Guía Cónduce para contrastar la procedencia del fruto. En este documento aparecen datos como la parcela de procedencia o el nombre del propietario y, en el caso de no poseerla, la cosecha se queda en depósito hasta que se demuestre su origen.

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