Guadassuar reducirá la velocidad en el interior del casco urbano a 30 kilómetros por hora. La corporación municipal aprobó en el último pleno, con el voto a favor de la coalición de gobierno Compromís-PSOE y la abstención del PP, la declaración del municipio como «Ciutat 30» con el objetivo de fijar este límite de velocidad «en todo el núcleo urbano», según reza la resolución aprobada, que incluye su adhesión tanto a la plataforma Ciutat 30 como a la Iniciativa Ciutadana Europea «30 KM/h: per uns carrers més habitables».
El edil de Compromís Joan Puchol defendió que esta declaración persigue un doble objetivo ya que, desde el punto de vista de la seguridad vial, los expertos señalan que con este límite de velocidad el riesgo de que se produzcan atropellos mortales se reduce por debajo del 10 %, mientras que, desde el punto de vista ambiental, la limitación contibuye a reducir las emisiones de CO2, una medida que va en consonancia con el cumplimiento de la Agenda 21 y el Pacto de Alcaldes al que se ha adherido el municipio, comentó.
El concejal socialista Vicent Rosell, por su parte, hizo hincapié en que la velocidad máxima autorizada actualmente en las calles del núcleo urbano es de 40 km/h y, si bien admitió que hay conductores que no la respetan ni siquiera en las zonas escolares, con el consiguiente riesgo para los niños, subrayó que en la práctica la declaración de «Ciutat 30» sólo reduce el límite en 10 km/h. Rosell mostró la voluntad de hacer cumplir este límite «sobre todo» en el entorno de los colegios. «Somos un pueblo que tiene una cultura de educación vial basada en la bicicleta y esta medida va en favor de las bicis», comentó el edil.
«Pendiente de desarrollar»
El alcalde de Guadassuar, Salvador Montañana, explicó a Levante-EMV que el gobierno municipal ha querido crear el marco para poder desarrollar la filosofía de «Ciutat 30» que, según dijo, empezará a aplicarse por las calles del centro histórico. «Ya lo hemos aprobado, pero está por desarrollar», comentó Montañana, que anunció que con la misma voluntad de propiciar un pueblo más amable para los peatones se prohibirá el estacionamiento en cuatro calles estrechas.
El ayuntamiento pretende ofrecer alternativas a los vehículos con la reapertura del aparcamiento subterráneo que, construido bajo el mandato del PP, se cerró el año pasado debido a la escasa demanda -únicamente se habían vendido cinco de las 99 plazas tras una inversión de 1,3 millones- aunque, en la práctica, únicamente contaba con un usuario.
«Hay que darle una solución», incidió Montañaba, mientras señalaba que el traslado del retén de la Policía Local a la Plaça Generalitat puede favorecer la reapertura y comentaba que se van a estudiar fórmulas que resulten más atractivas para los vecinos y precios más asequibles «para que la gente se acostumbre a aparcar allí». Las plazas se ofrecían cuando el aparcamiento se abrió poco antes de las elecciones por 6.000 euros en una concesión a sesenta años.
