«Sobre China hay para escribir un libro, no sé por dónde empezar, es un mundo dentro de un mundo. Al cruzarla de este a oeste y en bicicleta, vas viendo todo muy despacio y no se te escapa nada. Sin duda, lo mejor de China son sus gentes, y su comida. He ido por sitios donde no han visto un extranjero en su vida, así que todos los días y a todas horas querían hacerse fotos conmigo. Me han invitado decenas de veces a comer, a cenar... Comer en los restaurantes es más barato que cocinar. Además, es un país muy seguro. Puedes dejar la bici descuidada a la puerta de tiendas y restaurantes y nunca he tenido ningún problema», explica Luis sobre el país asiático.