El primer perro policía de la Ribera, Nolan, ha contribuido durante años a combatir la venta de droga en varios municipios. El can, que fue rescatado de la basura, ha permitido que se creen distintas unidades caninas en la comarca. Ahora, Nolan ha sido jubilado y ha dejado paso a los nuevos perros policía que continúan con el ejemplo de su precursor.

Tras ser encontrado en una bolsa de basura junto con otros tres cachorros abandonados, este mestizo de raza Braco fue rescatado por unos familiares del agente de Algemesí Raúl Talens, quien se hizo cargo de él y no tardó en fijarse en las habilidades del animal. «Era un perro que tenía aptitudes, todo lo que escondías lo encontraba y aprendía muy rápido», explica el agente.

La destreza desarrollada por el cachorro a los cuatro meses de ser rescatado llevó a Talens a interesarse por la detección de sustancias estupefacientes con perros adiestrados. Talens se informó por medio de sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía y buscó la forma de adiestrar al cachorro, con el objetivo de poder compaginar su trabajo con su pasión por los animales.

Nolan fue seleccionado por la Academia de Seguridad Pública de Extremadura y la Asociación Nacional de Guías Caninos para participar en un curso de guías de perros policía, con el objetivo de adiestrar al animal en la detección de sustancias estupefacientes. En él, participaron un total de 43 agentes de Policía Local con sus respectivos perros. De esta forma, Nolan fue instruido durante cuatro meses y se convirtió en el primer perro policía de Algemesí, donde en el año 2011 se inauguró la primera unidad canina. Además, realizó prácticas con la unidad canina de la Policía Local de Madrid.

Un animal pionero

El perro policía de Algemesí fue el precursor de las unidades caninas en los cuerpos de seguridad de pequeños y medianos municipios de la Ribera, donde no existía ningún tipo de sección policial para adiestrar animales en la detección de drogas. La creación de la Unidad Canina de Algemesí permitió multiplicar el número de actas de infracción por posesión de drogas, en una localidad con varias zonas azotadas por la venta de droga y el menudeo. Con la supresión de dicha unidad por razones de gestión, el agente y su perro se trasladaron y hoy trabaja en Cullera, donde cuentan con tres perros policía operativos y otro más en proceso de formación. En total, esta unidad canina ha efectuado hasta 120 incautaciones de sustancias estupefacientes.

Nolan facilita el trabajo de la Policía Local desde que entró a formar parte del cuerpo. El perro, especialista en la detección de cocaína y heroína, ha realizado acciones de localización de sustancias en recintos como colegios o medios de transporte, principalmente autobuses o trenes. Nolan ha llegado a detectar hasta 700 gramos de cocaína escondidos en «airbags», asientos, relojes o zapatos, entre otros elementos que se aprovechaban para ocultar la droga.

Nolan recibió en 2011 un reconocimiento a su labor por parte del Ayuntamiento de Algemesí. El consistorio elevó su petición a la Generalitat Valenciana y el Instituto Valenciano de Seguridad Pública (Ivaspe) otorgó una condecoración al can de la Ribera por la creación de la Unidad Canina de Algemesí, pionera en los municipios pequeños y medianos de la comarca.