Los agricultores del valle del Magro que se dedican a cultivo de las aceitunas auguran una buena campaña. Las previsiones indican que se van a recoger cerca de tres millones de kilos de olivas, cuando la temporada pasada la cosecha que se destina a la almazara Molino del Motrotón de Turís apenas superó el medio millón. Además, el precio del aceite está alto, superando los 3 ?/litro a granel, por lo que -por el momento- los labradores se muestran confiados.
Pese a la satisfacción inicial, cabe señalar que se trata de una cifra ligeramente inferior a la que se contabilizó hace dos años, cuando los agricultores sumaron un total de 3,4 millones de kilos. «Las lluvias caídas en la primavera y las condiciones climatológicas han sido benévolas, lo que ha ayudado a la producción y engorde del fruto», indica Alberto Giménez, gerente de la almazara de Turís. De hecho, las precipitaciones han acompañado al fruto desde la floración y el cuajado, lo que ha permitido que se deje ver ya la calidad del mismo. A todo esto, se le suma que los árboles se encontraban con reservas debido a la baja producción de la pasada campaña, donde apenas se superó el medio millón de kilos. «Nos hemos beneficiado también de que los olivos tienen sus reservas sin agotar al venir de producir solo 500.000 kilos», apostilla.
Además del aumento notable en cuanto a la producción (el sindicato La Unió de Llauradors augura un aumento del 21 % de la cosecha en la Comunitat Valenciana), los agricultores también se beneficiarán de los buenos precios previstos, que superarán los 3?/l. a granel, debido a la escasa producción del año pasado en los ámbitos nacional e internacional y las pocas existencias que quedan. De hecho, estos buenos precios ya se reflejaron el año pasado, pero no llegaron a equilibrar el déficit productivo debido a la elevada bajada de la cosecha. Estos precios, además, suponen un aumento de las plantaciones de olivar, sobre todo de cultivo intensivo. Las variedades usadas son aquellas que más se adaptan a este tipo de recolección, entre ellas la arbequina. En estos cultivos intensivos los árboles entran en producción bastante antes, con marcos de plantación muy agresivos con muchos árboles, que aprovechan mejor el terreno, y la producción es mucho mayor que en marcos de plantación clásicos. Además, de este modo se prioriza el trabajo de la maquinaria, tratamientos y recolección, entre otros aspectos.
Precisamente cada vez se recolecta la aceituna en menos tiempo gracias a la mecanización, ya sea por abanicos acoplados al tractor que hacen vibrar al tronco, vibradores manuales o la máquina que se usa en la vendimia para espaldera. De este modo se reduce el tiempo de cosecha y se recolectan más kilos, terminándose la campaña a principios de diciembre. Otra ventaja para el productor es que no tiene que invertir tanto en personal.
Las previsiones marcan que la campaña de recogida comenzará un poco antes que en años anteriores y, en concreto, en los últimos días de octubre ya que las altas temperaturas han adelanto la maduración. Además, desde la almazara también se trata de adelantar la recolección para lograr una aceituna algo más verde de lo normal, consiguiendo un bajo nivel de acidez y buenos aromas en el aceite.
