El Instituto Fivir, que abrió sus puertas en Carcaixent a principio del año 2010, ha incorporado una técnica en sus tratamientos de reproducción asistida que ayuda a incrementar las posibilidades de embarazo, a la vez que reduce la posibilidad de tener gemelos, una de las principales preocupaciones de las mujeres que acuden a las consultas de medicina reproductiva. Se trata de la adquisición del Embryoscope, un incubador que permite visualizar y controlar la vida de los embriones en los primeros estadios de forma gráfica, con lo que se obtiene una película de la vida de estos.

La técnica permite seleccionar al mejor embrión para una transferencia única tras observarlos, a través del incubador, sin necesidad de extraerlos para visualizarlos en el microscopio, lo que reduce el estrés que produce su manipulación. Esto permite también que se reduzca la tasa de gestación gemelar, que es otra de las preocupaciones que tienen las parejas que deciden utilizar la reproducción asistida al tratarse de una técnica donde es habitual que los embarazos se salden con gemelos. Lo que hasta hace relativamente poco no era más que un video atractivo para los futuros papás, ahora se puede utilizar para interpretar ese crecimiento, lo que a la práctica ayuda a incrementar las posibilidades de lograr un embarazo en cada tratamiento.

«Ver cómo evoluciona el embrión puede ayudarnos a definir con mucha mayor precisión su capacidad de implantación. Al final, esa técnica ofrece más garantías de éxito en cada tratamiento, que es lo que buscan quienes recurren a la medicina en busca de un hijo», defiende la doctora y directora del centro médico, Marita Espejo.

De este modo, Fivir sigue apostando por la tecnología más avanzada en sus tratamientos de reproducción y, según aseguran, desde que a principios del año 2010 abrieran sus puertas en Carcaixent, más del 90 % de las parejas que han acudido al centro de reproducción asistido ha logrado el objetivo de tener un hijo.