El Ayuntamiento de Cullera habilitará la sala de velatorio del cementerio municipal para que se puedan realizar ceremonias funerarias civiles. Así lo anunció el teniente de alcalde de Servicios Exteriores, Salvador Tortajada, a la asociación Cullera Laica en un oficio el pasado mes de julio. La iniciativa se llevará a cabo en el momento en que se resuelva de disponibilidad presupuestaria.

El asunto se remonta a diciembre de 2016, cuando Cullera Laica solicitó al Ayuntamiento «el establecimiento de un lugar en el Cementerio Municipal de Cullera para realizar actos propios de la liturgia laica, con igualdad de condiciones al resto de lugares de culto que puedan haber». La petición apela a la Constitución Española, que declara en el artículo 14º que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Y más concretamente, en la Ley de Enterramientos, que en su artículo segundo establece que se autorizará a los que lo soliciten el establecimiento en los cementerios municipales de capillas o lugares de culto».

Iconografía católica y velatorio

El cementerio municipal no dispone hoy de un lugar para ceremonías laicas. Es más, en la entrada del cementerio hay, a la derecha, una capilla católica, y a la izquierda, una sala de velatorio con una cruz. Esta situación llevó a la asociación a hacer dicha solicitud. Al no recibir ninguna respuesta formal, en abril la asociación reclamó una contestación formal, que llegó al mes siguiente. En ella, Tortajada relegaba a las personas de convicciones no católicas a utilizar la sala de velatorio y a tener que solicitar previamente la retirada del crucifijo, «que repondrá o retirará el encargado del cementerio según sea el acto».

Igualdad de trato

Entendiendo que la solución aportada por el ayuntamiento no cumplía la legislación (al no garantizarse la igualdad de condiciones y no tener la sala de velatorio ni asientos ni otros elementos que puedan convertirla en un lugar de culto), el 26 de junio, en un nuevo escrito, se pidió al gobierno local que reconsiderara su postura. Además, se significaba que el establecimiento de una capilla laica podía ser apta para toda la ciudadanía y estaba en plena conformidad con el carácter aconfesional que debe tener el Estado.

La nueva contestación del ayuntamiento llegó el pasado mes de julio. Aunque la respuesta reiteraba que la cruz «se pondrá y quitará», al final termina diciendo como novedad que «la sala de velatorio será preparada para que tenga las mismas condiciones que la capilla mediante bancos o sillas en el momento en que esta concejalía disponga de partida presupuestaria». No obstante, como la contestación tiene algunos puntos confusos y contradictorios, la junta directiva de Cullera Laica valora pedir al ayuntamiento una aclaración.