Algemesí se engalanó con sus mejores ropajes un año más para honrar a su patrona, la Mare de Déu de la Salut. Como cada 8 de septiembre, las calles acogieron ayer la Processoneta del Matí y la Volta General vespertina, los desfiles más importante de unas fiestas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Más de mil participantes exhibieron sus aptitudes y demostraron, con sus bailes, música y escenografías, su devoción a la patrona de Algemesí. El momento más esperado, de nuevo, llega siempre con el triple intento de entrada de la imagen en la Basílica de Sant Jaume, cuando todas las collas tradicionales participantes en el desfile actúan al unísono mientras una lluvia de pétalos de rosas homenajea a la Virgen bajo la atenta mirada de miles de espectadores y visitantes.

Las muixerangues, els Bastonets, els Tornejants o los Volants, entre otros, se encargaron de hacer retroceder en el tiempo a la ciudad para demostrar que la tradición y la historia algemesinense tienen una salud envidiable. Todos ellos acompañaron a la imagen de la Mare de Déu desde la Capella de la Troballa hasta la Plaça Major por la calle Berca. Un recorrido de apenas medio kilómetro que se transformó en una procesión de más de dos horas. Cada grupo de danza se esforzó en mostrar su mejor cara y el trabajo realizado durante el año, provocando los aplausos de la multitud de vecinos y visitantes que abarrotaban las calles para no perderse las principales procesiones de las fiestas.

Los primeros en alcanzar la plaza fueron los dos grupos muixeranguers, que desplegaron sus mejores torres y figuras plásticas para encandilar a un público entregado. De hecho, la Muixeranga d´Algemesí incluyó en su puesta en escena una nueva figura, bautizada como la alcoyana, y recuperó el Ball dels Gegantets, que hacía años que no se realizaba. La Nova Muixeranga, por su parte, también se empleó a fondo para levantar espectaculares torres humanas. Tras la llegada de los castellers, los diferentes grupos de danza convergieron en la plaza, cada uno de ellos luciendo sus mejores trajes tradicionales y bailando al ritmo de la música popular. La llegada de los Tornejants y los Volants a los aledaños del templo anunció la proximidad de la Virgen, franqueada por la representación municipal y por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, quien, junto a la alcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano, y el primer teniente de alcalde, Pere Blanco, presidió la procesión. Tras la imagen de la patrona, la banda puso la música y marcó los pasos de la ceremonia de acercamiento a la basílica.

Llegó entonces el momento más emocionante y esperado, cuando la Virgen se preparó para entrar al templo y, tras los tres intentos, consiguió aceder bajo una lluvia de pétalos de rosa, la suelta de palomas y con las muixerangues y los diferentes grupos de bailes actuando a la vez. Las diferentes piezas musicales que se interpretaron y los atronadores aplausos del público que abarrotó la plaza, las gradas y los balcones de las casas se fundieron en un momento mágico donde muchos se emocionaron y más de un devoto no pudo contener las lágrimas.

Representación política

«Esto es arte, cultura y tradición en estado puro». Con estas palabras definió la consellera Bravo su experiencia en Algemesí. «Es la primera vez que participo en estas fiestas y me ha encantado ver como Algemesí y su ayuntamiento defienden de este modo las tradiciones», aseguró ayer. De todos los instantes vividos, Bravo se queda con el final. «Es muy emocionante ver a los niños arriba de las torres humanas y todos los bailes a la vez mientras los portadores intentan que la Virgen entre», explicó. Además, la consellera afirmó también que «fiestas como estas abren la Comunitat Valenciana al ámbito internacional y son un reclamo para los turistas».

Junto a Bravo, quien firmó en el Libro de Oro de la ciudad, también estuvo presente el presidente de la Diputació de València, Jorge Rodríguez, quien se llevó una muy grata sorpresa en Algemesí. «Es un auténtico lujo poder ver las figuras que hacen las muixerangues y todos los bailes procesionales al mismo tiempo durante la entrada de la Virgen. Se entiende perfectamente porqué estas fiestas son patrimonio de la humanidad, porque la experiencia ha sido capaz de superar todas las expectativas y de emocionarme», indicó. Rodríguez quedó impresionado porque la localidad algemesinense «ha sido capaz de salvar del olvido su tradición, lo que hace que cada vez más gente se interese por venir desde lejos a conocer estas fiestas», dijo.

También visitaron Algemesí ayer los secretarios autonómicos Clara Ferrando y Albert Girona, la vicepresidente de la Diputación Maria Josep Amigó y el subsecretario de Obras Públicas Francesc Signes, entre otros, además de representantes de algunos consistorios de la comarca y la comitiva llegada desde Burkina Faso.