El Master en Conservación del Patrimonio Arquitectónico que imparte desde el año 2006 la Universitat Politècnica de València ha puesto el foco en el Convento de la Santa Cruz de Llombai y los alumnos que, llegados desde diferentes países, han cursado el mismo han concluido su trabajo del taller con siete propuestas de intervención que está previsto que se expongan al público en el mismo conjunto que fundara San Francisco de Borja. «Incluso con las pérdidas que presenta, el conjunto de Llombai es una joya», comenta la arquitecta del Instituto de Restauración del Patrimonio y profesora del Master, Mª José Ballester Bordes, mientras señala que acercar a los alumnos de este prestigioso Master a Llombai «era una oportunidad muy buena para visibilizar que es una obra maravillosa y que había que empezar a plantear nuevas actuaciones», comentó.
Precisamente, esta semana se ha conocido la resolución de la Conselleria de Cultura por la que asigna casi 40.000 euros para financiar una campaña de catas arqueológicas, en lo que representa la primera intervención en el conjunto tras el acuerdo de cesión alcanzado por el ayuntamiento y la parroquia con el objetivo último de buscar fondos para su restauración.
La experta en patrimonio comentó que, si bien hasta que no se ataca un edificio no se puede conocer su estado, en el caso del convento de Llombai es evidente que presenta problemas «que hay que atacar urgentemente» y señaló que «la consolidación estructural es fundamental». Ballester recordó que el convento ya perdió un ala completa y parte de la otra y que también presenta un muro desplomado. Por otra parte, ha sufrido la caída de falsos techos que formaban bóvedas. «No he visto un riesgo de apuntalamiento urgente, pero es el momento de consolidarlo estructuralmente y que tenga un plan director, que no lo tiene», incidió.
El Ayuntamiento de Llombai, tras pactar la cesión del convento por 30 años con la Iglesia, contactó con el Instituto de Restauración de la UPV para manifestarle su interés por la recuperación del conjunto -cuenta con un claustro renacentista de influencia italiana bastante deteriorado- y una representación del mismo encabezada por Ignacio Bosch Reig y la propia Mª José Ballester se desplazaron para conocer el estado de conservación. Fuentes municipales explicaron que como resultado de aquella visita se propuso que el taller de conservación del Máster del curso 2016/17 se centrara en el mismo. El ejercicio sobre el conjunto conventual consiste en la redacción de un proyecto en base al conocimiento de la historia del edificio y la realidad actual. De esta forma, se interpreta el estado de conservación y se plantean los diferentes proyectos de intervención partiendo de los diferentes usos propuestos, la relación con la población y los aspectos más relevantes del monumento.
