Los abogados de Abdelmahid Chiakhi, el marroquí que fue investigado por supuestamente captar y adoctrinar presos para el Estado Islámico y posteriormente absuelto, lograron frenar el lunes una orden de expulsión que le comunicaron cuando se disponía a abandonar la cárcel de Segovia tras cumplir una condena por malos tratos a su mujer, una agresión que se produjo en los años que residió en Alzira, pero la resolución se hizo efectiva finalmente el jueves con su traslado a Marruecos por carretera, según confirmó ayer el despacho de abogados Vázquez-Sanmartín.

Los letrados que han representado a Chiakhi en este proceso se dirigían a Segovia en la madrugada del lunes para firmar su libertad definitiva cuando se les comunicó que el marroquí tenía pendiente una orden de la Delegación del Gobierno de Madrid -antes de recalar Segovia estuvo internado en Soto del Real- fechada en abril de 2016 que decretaba la expulsión del territorio nacional con la prohibición de entrada por un período de diez años, por lo que rápidamente interpusieron un recurso ante el juzgado de lo contencioso administrativo número 28 de Madrid solicitando que se decretaran una medidas cautelares que frenaron ese día la deportación. La sala desestimó la petición y, si bien disponían de 15 días para armar un recurso, explicó el letrado Vicente Sanmartín, ya se ha hecho efectiva la expulsión y Chiakhi se encuentra en libertad en Marruecos. Chiakhi era conocido en Alzira, donde residió más de una década, por su mal carácter y la agresividad con la que trataba a su mujer pese a desplazarse en silla de ruedas.