La Conselleria de Sanitat Universal ha realizado un estudio sobre las necesidades asistenciales de la comarca y estima que hacen falta 300 trabajadores más, según explicó ayer la Junta de Personal, órgano sindical que agrupa a los empleados del Departamento de la Ribera, tras la reunión mantenida con responsables autonómicos. Durante la conversación, intercambiaron informaciones, debatieron sobre el estado en el que se aplican las normas de reversión y analizaron el grado de cumplimiento por parte de la dirección del hospital de Alzira.

La falta de personal fue uno de los temas principales que abordaron los representantes de los trabajadores y del Consell. «Están realizando un estudio de las necesidades asistenciales reales de personal para saber cuántos profesionales habrá que contratar para cubrir las necesidades que se detectan. Calculan que serán unas 300 personas más y que todas las plazas que se creen serán estatutarias (reservadas a funcionarios). «Van a consolidar derechos laborales, no privilegios», exclamaron los sindicalistas tras detallarle al Consell sus inquietudes en esta materia.

Otra de las cuestiones sobre la que intercambiaron opiniones ambas partes tuvo que ver con la situación vivida este verano en el litoral de la comarca, en concreto con el cierre o la reducción de horario de algunos consultorios. «Dejamos claro que no estamos de acuerdo con el plan de vacaciones que presentó la dirección del hospital de la Ribera, primero porque estaba lleno de errores, no se contemplaba la plantilla real de personal, y por la falta de sustituciones. El personal está muy harto de la situación y tiene ganas de que la gestión directa llegue pronto, para que aumente la plantilla y mejoren las infraestructuras», aseguraron los trabajadores. Ante tal afirmación, la conselleria que encabeza Carmen Montón recordó que no aprobó dicho plan al detectar algunos errores y que instó al hospital a subsanar «las deficiencias encontradas, por las que se ha abierto un expediente informativo».

Inversiones

Las mismas fuentes señalaron que el proceso de reversión continúa su avance y que «va a pasarse de la discrecionalidad actual a la legalidad, ya que el camino hacia la reversión está muy definido» y la administración autonómica «está actuando en la legitimidad que le otorga estar cumpliendo con la obligación de hacer todas las actuaciones con el fin de potenciar el modelo de gestión directa de la sanidad pública».

Igualmente, los representantes de la conselleria de Sanitat manifestaron su intención de continuar con las reuniones con los alcaldes de los distintos ayuntamientos de la Ribera para recabar información sobre las necesidades de cada centro sanitario y, de este modo, «poder planificar las inversiones necesarias una vez se acabe el contrato con Ribera Salud». «Hace falta ir preparando las licitaciones de las mejoras en infraestructuras y materiales para que se realicen lo más rápido posible», añadieron los trabajadores.

«Los responsables del Consell nos transmitieron que ante la hostilidad de Ribera Salud, la administración tiene que actuar con mucha cautela. Aunque la empresa concesionaria no esté colaborando al facilitar toda la información que se le solicita, ya dispone de gran parte de la información necesaria. Los cambios van a producirse de forma progresiva, solucionando los problemas que aparezcan para que la reversión sea impecable», sentenciaron.