El actual arcipreste de Alzira, Ramón Martín, dejará la parroquia de la Virgen del Lluch una vez concluyan las fiestas patronales para incorporarse el próximo 1 de octubre el nuevo destino que le asignado el arzobispado. Ese día realizará su entrada en la parroquia de Sant Joan de la Ribera, ubicada en la avenida del Puerto de València.

El martes se cumplieron veinte años de la llegada de Martín a la capital de la Ribera Alta -lo hizo en plenas fiestas en honor a la Mare de Déu del Lluch- y aprovechó el sábado una celebración en la parroquia para realizar un acto de acción de gracias a modo de despedida tras esta larga etapa, si bien también tiene previsto dirigirse a la feligresía el próximo domingo, día grande de las fiestas en honor a la Mare de Déu del Lluch.

El arzobispo ha designado al sacerdote José Tomás Sala, hasta ahora párroco de Benissa, como el nuevo encargado de atender la parroquia de la Virgen del Lluch de Alzira, si bien la marcha de Ramón Martín también obliga a designar un nuevo arcipreste tras más de una década -ocupa el cargo desde diciembre de 2006- y el abanico se abre tras la remodelación del arciprestazgo de los santos Bernat, María y Gracia ya que incluye ahora un buen número de municipios de la Ribera Alta entre los que figuran, además de Alzira o Carcaixent, Massalavés, Alberic, Villanueva de Castellón, la Pobla Llarga, Benimuslem, Sellent, Càrcer, Beneixida, Tous o Antella, entre otros. Los responsables de las diferentes parroquias participan en una votación no vinculante para designar al nuevo arcipreste, que por primera vez podría ser un párroco que no ejerce en Alzira.

«Volveré todos los años»

Ramón Martín comentó que, pese a su traslado, no se quiere despedir de Alzira ya que tiene previsto «volver todos los años a ver a la Mare de Déu» y se mostró muy satisfecho por el trabajo realizado en estas dos décadas. Con él como párroco se acometió la gran remodelación realizada en el templo y en el complejo parroquial, si bien señaló que más que este aspecto material, cuyo mérito cedió al consejo pastoral, su satisfacción principal derivaba de ver la vida que tiene la parroquia. «Las obras no son algo mío, no es el cura el que paga la hipoteca, es la parroquia», comentó, mientras señalaba que en estos años ha sido testigo «de una gran obra espiritual ya que hay mucha gente joven implicada en la parroquia y eso me da mucha alegría». Con todo, Martín no ocultaba el dolor que en la vertiente humana la produce la marcha tras esta larga estancia en Alzira.

El sacerdote de Denia José Tomás se hará cargo de la parroquia de la Virgen del Lluch. Procede de Benissa y con anterioridad había estado al frente de la parroquia Cristo Rey de Gandia y en Roma.

Ramón Martín comentó que la labor de los sacerdotes es «corporativa» y no dudó en señalar que «sabemos que el que viene va a hacer lo mismo porque la misión es la misma», comentó.