El Ayuntamiento de Carcaixent ha dado un paso al frente en su intento por regular la ocupación del espacio público. El alcalde, Paco Salom, ya lo dejó claro hace unas semanas un artículo de opinión publicado por Levante-EMV. Salom y su equipo de gobierno han presentado el borrador de la nueva ordenanza que regulará el uso de calles y plazas por parte de restaurantes y bares de la localidad. Los comerciantes han recibido con cierto recelo la propuesta, principalmente por la cuestión horario. No obstante, ambas partes son conscientes de que se avecinan semanas de negociación para alcanzar acuerdos satisfactorios para el completo de la ciudadanía.

El ayuntamiento explicó ayer que la nueva ordenanza pretende «unificar el régimen jurídico de las ocupaciones del dominio público en un mismo texto y corregir el actual caos jurídico, puesto que han aspectos que no están contemplados y a los que es urgente dar un espaldarazo normativo».

Dos de los aspectos más importantes tienen que ver con el espacio y los horarios, aunque también con el mobiliario. Según el borrador, las terrazas se podrán montar del 1 de marzo al 31 de octubre entre las 08,00 y 24,00 horas, aunque se amplía hasta la una en fines de semanas y vísperas de festivos. La superficie será de 3 m2 por persona aforada en interior hasta un máximo de 45. Salom, además, añadió que la intención es eliminar el uso de carpas en el Passeig, «ya que afecta a la imagen de un zona del patrimonio que se considera fundamental». El alcalde recalcó, igualmente, que algunos vecinos del paseo se han quejado en repetidas ocasiones de la falta de espacio ante el gran número de terrazas.

La Associació Empresarial de Carcaixent (Asseca) acudió esta semana a una reunión con el ejecutivo local en la que se presentó dicho borrador. El delegado de hostelería explicó a este diario que la propuesta «ha pillado por sorpresa al sector». «Es cierto que hacía falta una regulación para que todo el mundo pueda jugar con las mismas normas, pero hay algunas cosas que se deben modificar porque nos parecen demasiado rigurosas», añadió.

Algunas de las demandas e inquietudes del sector están ya en manos del equipo de gobierno de Carcaixent, que se ha mostrado abierto al diálogo y la negociación ya que la ordenanza es, de momento, un simple borrador.

«Los horarios hay que retocarlos, porque hay bares que hacen su negocio antes de las 8 porque somos un pueblo de 'collidors'; otros necesitan amontonar el mobiliario, en el que han invertido, fuera porque no tienen espacio dentro; y hay zonas en las que se requerirá un trato diferente porque su fisionomía así lo es», sentenció el delegado de hostelería de Asseca.