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Vva. de Castellón limita la velocidad a 30 km/h tras detectar carreras de motos

El ayuntamiento reconoce «un problema de seguridad» además de las molestias que genera el ruido

Un grupo de coches circulan por el casco urbano de Villanueva de Castellón, ayer. vicent m. pastor

Primero fue Guadassuar y ahora Villanueva de Castellón seguirá sus pasos. La localidad se convertirá en los próximos meses en lo que se conoce como «Ciudad 30», es decir, limitará la velocidad máxima a 30 km/h en todo el casco urbano. El alcalde, Òscar Noguera, reconoció en el último pleno que el municipio «tiene un serio problema con la velocidad ya que algunas áreas se utilizan para realizar carreras de ciclomotores».

Son muchos los ayuntamientos que enarbolan la bandera de la movilidad sostenible y promueven, con diferentes acciones, el uso de medios de transporte respetuosos con el medio ambiente. En Villanueva de Castellón, de hecho, durante los fines de semana de la época estival se cierran algunas calles al tráfico rodado para dar un mayor espacio a los peatones, una medida que por el momento sigue activa.

Ahora, el municipio da un paso más y limitará la velocidad en el casco urbano a treinta kilómetros por hora. Noguera expuso en el pleno del pasado viernes algunos de los problemas que tiene Villanueva de Castellón y que han desencadenado que la propuesta salga adelante con el apoyo de todos los partidos. «Creo que tenemos un problema serio de velocidad dentro del pueblo, algunas zonas se utilizan para realizar carreras de ciclomotores», expresó el alcalde. Durante el debate, los ediles reconocieron que las motos, por su velocidad y por el ruido que emiten, «generan molestias y peligro» a partes iguales para los vecinos.

El alcalde incidió en la escasez de medios que tiene el ayuntamiento a la hora de establecer mecanismos de control, ya que únicamente cuenta con dos agentes de policía, por lo que se baraja la posibilidad de comprar e instalar radares. «No nos gusta prohibir, pero tenemos un problema y hay que solucionarlo», aseguró Noguera en el pleno.

Mínimo impacto

Òscar Noguera también señaló que la reducción de velocidad en el casco urbano tendría efectos positivos en diferentes ámbitos: «La limitación a treinta kilómetros supone una clara mejoría en cuestiones medioambientales ya que se reduce la emisión de gases, además de que es mucho más seguro ya que, a esa velocidad, el impacto sobre una persona en un hipotético accidente es mínimo, por lo que se gana en seguridad».

Igualmente, el alcalde destacó una faceta positiva de la localidad y que supone un avance en esa filosofía del transporte sostenible: «Mucha gente, cuando viene a Villanueva de Castellón, se queda sorprendida por la gran cantidad de personas que circulan en su día a día en bicicleta y esa es la línea que debemos seguir». En ese sentido, también hizo hincapié en que ser «Ciudad 30» abría la posibilidad de solicitar permiso a la Dirección General de Tráfico para que las bicicletas puedan circular en dirección contraria al sentido habitual de cada calle.

«Durante muchos años los vehículos motorizados han robado terreno a las personas, es habitual ver un coche aparcado sobre una acera porque es preferible que circulen los automóviles a las personas y ese es un pensamiento que hay que cambiar. Creo que debemos ir hacia un modelo más cívico de la ciudad en el que convivan las personas que van pie, las que se montan en bicicleta y las que conducen un vehículo. Sabemos que será complicado y costará, pero hay que hacerlo», afirmó Noguera.

La intención del ejecutivo local es que el cambio se produzca de cara al año que viene, ya que todavía se tienen que realizar algunos trámites, concretamente la licitación de la compra de las nuevas señales de tráfico, que se realizará durante las próximas semanas. En ese sentido, se cambiarán todas las señalizaciones de la localidad para adaptarlas al nuevo límite de velocidad.

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