La junta general de Procarsa, la empresa municipal encargada de la prestación de servicios para el Ayuntamiento de Carcaixent, aprobó las cuentas anuales del ejercicio 2016 con un resultado negativo de 145.861 euros. Así lo denunció ayer Units per València, que adujo que la situación obliga a formular un plan económico-financiero que tendrá que aprobarse en el plazo máximo de dos meses desde su presentación y activarse antes de que finalice el año.

La situación de la empresa «es crítica» y para poder formalizar en Procarsa una operación de crédito de 200.000 euros ha tenido que presentar un aval el propio ayuntamiento, aprobado por decreto de alcaldía. Para el grupo municipal Units per València se pone de manifiesto así «la pésima gestión realizada en la empresa por el nuevo consejo de administración formado mayoritariamente por concejales de Compromís, con Paco Salom de presidente».

El partido del alcalde salió al paso de estas críticas y calificó a la concejal Ana Calatayud (Units per València) como «alarmista» porque Procarsa, según ellos, no se sitúa al borde de la quiebra y dicha afirmación «no está avalada por ningún informe». Compromís defendió que se ha acometido una valiente reestructuración de la empresa, una renovación de la dirección y una actualización de los pedidos y que Calatayud no participó en todo ello «por desidia».