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Los arqueólogos constatan un expolio continuado en las ruinas del castillo de Corbera

Nuevas excavaciones descubren una conducción desconocida en la torre celoquia que podría ser de agua Los trabajos se prolongarán dos meses

Los arqueólogos constatan un expolio continuado en las ruinas del castillo de Corbera

El abandono y el deterioro han acompañado durante y desde hace años al castillo de Corbera, lo que ha propiciado que las ruinas de la fortaleza sufrieran de forma continuada episodios de expolio. Así lo reflejan las primeras excavaciones arqueológicas que, iniciadas esta semana, pretenden recabar información para determinar el estado del castillo de cara a planificar las intervenciones que el inmueble necesita con mayor urgencia de cara a su futura recuperación y consolidación.

El arqueólogo Miguel Gómez Sahuquillo, responsable de las obras, lo explicó así a Levante-EMV: «Nos hemos encontrado con que el expolio que ha sufrido la fortificación es mucho mayor incluso de lo que inicialmente podíamos pensar. A la hora de analizar los diferentes estratos hemos visto como la actuación de las personas en los últimos tiempos ha provocado, no solo el expolio, sino que también se ha movido de sitio información muy importante, por lo que a la hora de analizar toda la información que sacamos a la luz hay que reordenarla». Gómez lo ejemplificó de manera clara: «Es como si en un libro hubiesen cambiado el orden de las páginas, lo que te obliga a releerlo varias veces, hasta intentar esclarecer el orden de la lectura».

Los técnicos del área de Patrimonio de la Diputación de València trabajan junto con un equipo de arqueólogos y arquitectos en estos estudios preliminares, que se centran en dos zonas concretas de la edificación. Por una parte, en la torre celoquia, donde ya se han conseguido unos importantes resultados con el hallazgo de una posible conducción, quizás de agua, que hasta ahora se desconocía. «Tiene un valor muy importante porque nos da a conocer, de primera mano, el hecho de que la celoquia tenía un uso que hasta ahora desconocíamos y que tendremos que valorar», aseguró Gómez.

Graves daños en la muralla

También se trabaja en la zona de la bóveda central del castillo, «donde se han encontrado muchos vestigios, aún sin catalogar, de varias épocas, posiblemente musulmanas», explicó. «Pero hay que ir con mucho cuidado a la hora de valorarlas, ya que en esta zona se ha producido, quizás, el mayor expolio de toda la edificación, ya que nos encontramos, en zonas que han sido ya saqueadas, y en capas inferiores, botes y envoltorios de plástico actuales, lo que nos hace pensar que el daño que se ha hecho puede ser muy grande», adujo el arqueólogo.

Gómez también señaló que los trabajos que se realizan son de gran importancia ya que permiten «sacar a la luz pública el lamentable estado en el que se encuentra el conocido como muro de La Murta. Además, la acción climatológica sobre deja ver algunos problemas que dejar ver el encajonado de la muralla y que podría suponer un grave problema de desprendimiento», afirmó.

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