El coste de la recogida y traslado de la paja del arroz a la nave industrial que se va a acondicionar para almacenarla es la principal diferencia que se planteó ayer en la reunión que el secretario Autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, mantuvo en el Ayuntamiento de Sueca con los alcaldes de la denominada Área 4, que incluye los municipios de Albalat, Cullera, Sueca y Sollana, si bien los representantes de esta última localidad excusaron su ausencia por diferentes motivos.
Julià Álvaro les había convocado para analizar la situación en la que se encuentran los arroceros de esta zona, incluida dentro del Parque Natural de la Albufera. Los alcaldes presentes plantearon al secretario autonómico la imposibilidad de que los arroceros puedan costear de su bolsillo los 12,80 euros por hanegada, el precio estimado de realizar los trabajos de recogida y transporte de la paja como alternativa a las quemas. En base a esas cifras y las mermadas economías de los arroceros, no les resultaría nada rentable transportar la paja sobrante de la siega hasta las naves industriales de almacenamiento.
Los alcaldes solicitaron a la Conselleria de Agricultura que arbitre una resolución rápida que sirva de ayuda a los arroceros para que puedan hacer frente a estos gastos. Para poder eliminar la paja de las 15.000 hectáreas que resultarían afectadas por la prohibición de quemar la paja, sería necesario gestionar unas ayudas por un valor de 2,3 millones aproximadamente, una cantidad muy elevada, según la propia conselleria.
El propio secretario autonómico se comprometió a realizar un estudio de la propuesta y, en el menor tiempo posible, podría ser el viernes de esta misma semana, presentar alternativas más concretas.
Los alcaldes de Sueca y Cullera mostraron su preocupación porque son conscientes de que el tiempo corre en su contra ya que en menos de un mes se ha de proceder a la inundación de los acotados de caza de ambas poblaciones y en algunas zonas limítrofes no se podrá quemar la paja más que a partir del día 1 de noviembre.
Bancos de paja del arroz
El alcalde de Albalat, Felip Hernandis, asumió en la reunión la voz de los municipios de la parte más alta de la zona de arrozales, como son Corbera, Favara, Fortaleny y Llaurí, cuyos términos municipales lindan con el Parque Natural de la Albufera, y que tienen también el problema de la prohibición de quemar la paja. El mismo secretario autonómico se comprometió a invitarles a próximas reuniones.
Los alcaldes y el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático se emplazaron para volver a reunirse en un plazo máximo de tres días al objeto de presentar alternativas y plantear soluciones a todos los problemas que han surgido en los últimos días. Todos coincidieron en que esta reunión se debía haber celebrado en los meses de mayo o junio, y no ahora, cuando el problema está en los campos.
La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural tiene la intención de crear, de manera inmediata, dos bancos de paja de arroz. Uno estaría situado en Sueca y el otro en Silla. En el caso de la capital de la Ribera Baixa se pretende ubicar en unas naves industriales en desuso que se localizan en la carretera N-332, casi en el linde del término de Cullera.
El objetivo es que estén operativas en menos de tres semanas, y el tiempo pasa muy deprisa. Este servicio lo prestaría la empresa pública Vaersa y serían los municipios los que aportarían el personal necesario para realizar las entradas de paja y efectuar un almacenaje en las condiciones idóneas para su venta posterior.
Acabar con la quema de la paja
Los responsables del Consell son partidarios de una reducción progresiva de la quema de la paja y apuestan por la economía circular. Aseguran que existe una comisión de técnicos que hace todo el año que trabajando para confeccionar las posibles soluciones.
