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El vertedero genera menos rechazo

Sólo los alcaldes de Montroi y Sellent se niegan de manera rotunda a acoger la infraestructura de entre las nuevas alternativas Catadau aboga por el diálogo mientras Tous asegura que estudiará la propuesta cuando disponga de la documentación

La planta de tratamiento de residuos de Guadassuar, en una imagen de archivo. vicent m. pastor

Algo ha cambiado en la mentalidad de algunos políticos de la Ribera. Acoger el vertedero comarcal nunca ha sido una prioridad. De hecho, las primeras cuatro ubicaciones propuestas, consideradas idóneas por los técnicos de la Agencia Energética de la Ribera, fueron rehusadas de manera rotunda. Los alcaldes de Turís, Eugenio Fortaña; Montserrat, Josep Maria Mas; Real, Alejandro Blasco; y Llombai, Anselmo Cardona, se negaron a que el vertedero se instalara en sus localidades. Aquel rechazo frontal ahora es menor en la segunda fase del procedimiento abierto por el Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna para encontrar un emplazamiento para el vertedero.

Tras aquella negativa, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, se barajan ocho nuevas alternativas de emplazamiento en los términos de Tous, Gavarda, Sellent, Guadassuar, Montroi, Catadau y Antella. Las impresiones de sus respectivos alcaldes tienen poco que ver con la de sus homólogos de Montserrat, Turís, Llombai y Real. Con todo, también hay negativas rotundas. La alcaldesa de Montroi, Vanesa Baixauli (PP), ya explicó a este rotativo que no acogería el vertedero. Lo mismo ocurre con Sellent. Vicente Monar (PP) fue muy contundente al respecto: «Nuestro pueblo está en contra, aunque pueda aportarnos mucho dinero. Preferimos ser pobres y honrados del mismo modo que preferimos pagar más para que la basura esté en otro lugar». Igualmente, opinó que existen alternativas mejores. «Hay pueblos con términos más grandes, en nuestro caso se quedaría demasiado cerca del casco urbano. Con todo, aseguró que todos los concejales se reunirán y se realizará un informe técnico que sirva de apoyo a este rechazo.

No obstante, la postura es mucho más abierta en otros municipios. La alcaldesa de Antella, Emilia Ortiz (GdA), optará por realizar una consulta popular a sus vecinos para conocer su opinión y, sólo entonces, dar una respuesta. Antonio Martorell (PP), teniente de alcalde de Tous, mostró su intención de valorar la propuesta: «Es algo que tendremos que hablar cuando dispongamos de toda la documentación. Es cierto que hace años nosotros nos propusimos, escogimos un lugar que pensamos que no molestaría a nadie y nos aseguraron que se generarían puestos de trabajo. Ahora el proyecto es diferente y hay que estudiarlo».

Como ya hiciera ayer el alcalde de Gavarda, Vicent Mompó (PP), el de Catadau, Héctor Roig (Compromís), abogó por el diálogo y el consenso, una postura semejante a la que expresada en diversas ocasiones por el presidente del ente gestor de los residuos, Salvador Montañana. «De entrada nadie quiere, pero no todos podemos decir que no. Se trata de una decisión que no puede estar en manos de un solo pueblo. La problemática está ahí, todos producimos basura y en algún sitio hay que ubicar el vertedero. Pero debemos sentarnos todos a dialogar, incluso los alcaldes de Montserrat, Turís, Llombai y Real. Todos. Hay que ver cuál es el lugar ideal», afirmó Roig, que también abogó por iniciar campañas para concienciar a la población de la necesidad de producir menos basura.

Plan Zonal de 2004

Por su parte, Montañana, consultado por este diario, optó por la prudencia que le ha caracterizado durante el proceso de selección de un emplazamiento para el vertedero comarcal y aplazó sus valoraciones hasta la asamblea del consorcio, que se realizará la próxima semana y en la que se presentarán de forma oficial las nuevas alternativas.

El debate sobre la gestión de la basura no es nuevo e incluso ha conseguido que el Consell actual (PSPV-Compromís) y el anterior (PP) se pongan de acuerdo en una cuestión: el vertedero tiene que construirse sí o sí.

Así se especifica en el Plan Zonal de Residuos, que señala que cada demarcación debe de enterrar en su territorio los rechazos irrecuperables. La voluntad de Montañana como presidente del consorcio siempre ha sido que la infraestructura no se construya en una localidad que no la quiera, «no se obligará a nadie», ha repetido en más de una ocasión.

No obstante, según las fuentes consultadas por este diario, cabe la posibilidad de que si se agotan las posibilidades y nadie acepta acoger el vertedero, sea el propio Consell el que imponga una ubicación. Con todo, todavía es pronto para que eso ocurra. Los municipios que aparecen en la segunda tanda del informe tendrán varias semanas para estudiar la propuesta del consorcio y dar una respuesta.

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