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Benifaió combate la llegada de miles de estorninos con petardos y tracas chinas

El ayuntamiento inicia una campaña disuasoria tras registrar el año anterior picos de 40.000 aves El primera estimación cifra la población actual en 6.000

Una pequeña detonación de un petardo provoca una desbandada en las copas de los árboles del parque de Valmontone, en Benifaió. Cuando los pájaros regresan, el sonido de otro artefacto pirotécnico -ya sea un petardo o una traca china- repite el revuelo. Es el sistema que ayer empezó a aplicar el ayuntamiento para evitar que los 6.000 estorninos que los técnicos han censado en los árboles del núcleo urbano los ocupen como dormidero.

Todavía no ha llegado el frío y son los primeros, muchos de ellos autóctonos, pero el consistorio no quiere que se repita la situación del año pasado cuando el retraso en aplicar este método disuasorio por un problema burocrático -no se recurrió a la pirotecnia hasta enero- provocó que se concentraran en Benifaió alrededor de 40.000 estorninos, explica el concejal de Medio Ambiente, Andrés Vlázquez.

La presencia de esta gran cantidad de aves en parques y zonas ajardinadas o con árboles se traduce en una acumulación de excrementos -el edil señaló que se trata de una cuestión de salud- que provocan malos olores, dañan el mobiliario urbano y el pavimento, y en caso de lluvia pueden provocar resbalones. Pero también afectan a la normal convivencia de los vecinos de estas zonas por la gran cantidad de ruido que generan los estorninos.

Forzar el desplazamiento

«No se trata de erradicar los estorninos de la ciudad, sino de que se desplacen a puntos donde no causen problemas», explicó Francisco Javier García Gans, técnico de la empresa contratada por el ayuntamiento para realizar esta labor de ahuyentar a los estorninos. García Gans señaló que el domingo se hizo un primer censo que estimó en torno a 6.000 la población actual de estorninos, «la gran mayoría en el parque de Valmontone». «De momento son menos que otros años, pero estamos al principio de la temporada», relató el técnico de Estudi Verd, mientras detallaba que buena parte de la población actual son estorninos negros, «que son de aquí», mientras que el estornino pinto suele recalar cuando emigra de otros países europeos en busca de temperaturas más cálidas.

El técnico destacó que el estornino encuentra en Benifaió y otros municipios del entorno un enclave ideal, con cultivos de caqui que les ofrecen alimento cuando el fruto está maduro, pero también con la inundación de los arrozales tienen facilitar para conseguir insectos e invertebrados que les sirven de alimento.

La empresa ha programado tres jornadas de disparo de petardos, un producto de uso infantil, aclara García Gans, con la perspectiva de realizar el domingo un nuevo recuento para decidir si se mantiene el tratamiento de choque o se ha conseguido «reubicar» a los estorninos.

Cabe recordar que otros municipios con Alzira recurrieron años atrás a reproducir por megafonía el granizo de aves rapaces para ahuyentar a los estorninos.

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