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Soler denuncia por malversación a la alcaldesa de la Pobla tras ser investigado

El anterior munícipe inició la mejora de la Mina hace dos años y cuestiona que no se haya finalizado. Al respecto, Garrigues y el ejecutivo socialista defienden haber continuado la labor iniciada por el exmunícipe popular, quien realizó buena parte de las gestión

El exalcalde de la Pobla Llarga Rafael Soler (PP) ha denunciado a la actual munícipe, Neus Garrigues (PSPV), por un presunto delito de malversación de fondos públicos y falsedad en documento público tras ser investigado por los mismos cargos a raíz de una de una denuncia del equipo de gobierno por la gestión de otro proyecto y por la que ya ha declarado ante la justicia. A su entender, se han producido irregularidades en la gestión de las obras de rehabilitación de la acequia de la Mina. Los socialistas de la Pobla ven en la querella un «intento de venganza» por parte de Soler, que fue quien inició el proyecto de mejora de la Mina y gestionó una parte de la subvención que otorgó la Diputació de València. Soler se negó ayer a hacer declaraciones a Levante-EMV sobre este tema.

«Sin proyecto ni estudio»

La remodelación de la Mina comenzó en abril de 2015, poco antes de las elecciones municipales. Por aquel entonces, según recordó el ejecutivo actual (en la oposición en esa fecha), se contrataron dos personas que trabajaron hasta junio del mismo año, cuando Soler las despidió. El coste de aquellas labores fue de 7.898 euros. También se requirió el alquiler de una máquina retroexcavadora, cuyo importe se elevó hasta los 9.075 euros. Además, Soler encargó a una empresa las compuertas, cuyo precio alcanzó los 4.460 euros.

«Cuando entramos a gobernar nos encontramos un auténtico maremágnum de sanciones, multas, sentencias y contenciosos. Entre la larga lista de tareas pendientes estaba la obligación de presentar las facturas de la Mina, ya que Soler pidió una prórroga tres días antes de dejar de ser alcalde», explicó Garrigues.

Desde entonces han pasado más de dos años y la obra sigue inconclusa debido, según argumentó la formación socialista, a la «inexistencia de un proyecto o estudio». «Ni el departamento de Urbanismo, ni la brigada de obras, ni ninguna otra persona del ayuntamiento conocía lo que se quería hacer en la Mina, sólo respondían que era 'una cosa' del anterior alcalde», esgrimió, a lo que añadió: «Hacía falta estudiar y hablar con gente entendida ya que una ejecución de obra mal hecha podría perjudicar a los propietarios de los campos colindantes». Asimismo, el actual ejecutivo tuvo que cambiar la vegetación que se plantara, ya que la intención de Soler era la de ubicar decenas de manzanos, álamos, olmos, abetos y ejemplares de sauce llorón, pese al reducido espacio.

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