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Unos vándalos destrozan una decena de vehículos junto al instituto Luis Suñer de Alzira

? Los autores rompieron lunetas y hasta arrancaron las baterías de los turismos ? La falta de iluminación genera temor a alumnos y profesores

Así quedó uno de los coches tras el robo de la batería. levante-emv

La llegada de los meses de invierno y el cambio de hora provocan que la noche aparezca pronto y agrave el problema del Centro Integral de Formación Profesional Luis Suñer. La oscuridad ocupa buena parte del horario lectivo del centro y, con ello, se hace evidente la falta de alumbrado público en la avenida de los Deportes. De hecho, la única luz que ilumina la zona es la del propio instituto y la del estadio que lleva su mismo nombre en los días en los que hay actividad. Aprovechando ese contexto, las inmediaciones se han convertido en un blanco «demasiado fácil» para los vándalos. La poca claridad y la escasa vigilancia han convertido los aledaños en un punto estratégico para los ladrones.

Sin ir más lejos, el pasado martes 24 de octubre varios delincuentes actuaron en la zona, destrozando una decena de vehículos de los alumnos del centro. Por la mañana, rompieron varias lunas y se llevaron algunas ruedas, pero por la tarde, la crudeza aumentó y los infractores arrancaron las baterías de los coches. La Policía Local y la Policía Nacional se personaron en el lugar de los hechos y tomaron nota de todo lo ocurrido. «La situación en la que estamos es una auténtica vergüenza. Lo peor de todo es que los destrozos han sido causados a personas desocupadas que vienen al instituto con ganas de aprender. Estamos en una zona abandonada y al ayuntamiento parece que le importa muy poco. En los cuatro años que llevo aquí siempre hemos hecho una petición por escrito al consistorio, pero vemos que no sirve para nada», aseguró el director del CIPF Luis Suñer, Marcos Giménez.

Una oscuridad latente

La puesta en marcha de una serie mejoras que permitan acondicionar la zona es una reclamación histórica para el centro, pues la escasez de luz se arrastra desde hace años, pero ninguna de las administraciones ha logrado solventarlo. La última vez que recibieron una respuesta se les justificó que se trata de un problema que tiene tras de sí una complicada cuestión legal al tratarse de un PAI inacabado y que el coste de las obras podría rondar los 270.000 euros.

En cuanto a los delitos, no es el primer capítulo que sucede, pues hace tres años ya hubo un episodio similar. La parte más cruel la padecen los propios estudiantes, que a diario conviven con el temor. «Aquí vienen muchos menores y podría ocurrir cualquier desgracia. La verdad es que da miedo», afirmó Giménez.

La directiva del instituto va a tomar cartas en el asunto y presentará todos sus problemas en el próximo Consejo Escolar Municipal. Allí, el director, Marcos Giménez, expondrá la situación con la que conviven a diario, donde sus alrededores se han convertido en un espacio «idóneo» para la práctica del vandalismo.

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