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La policía de V. de Castellón inmovilizará las motos «trucadas» que excedan el ruido

El ayuntamiento realizará una campaña informativa dirigida a los jóvenes antes de iniciar las retenciones

Un joven parado en una esquina con su motocicleta. vicent m. pastor

El Ayuntamiento de Villanueva de Castellón se ha propuesto poner fin al problema que tiene el municipio con la velocidad y el ruido que generan las carreras de ciclomotores. Por ese motivo, a partir de diciembre llevará a cabo una campaña en la que se inmovilizarán aquellos ciclomotores que tengan instaladas piezas que no sean las originales y, por tanto, incumplan las características homologadas por la marca. Cabe recordar que el consistorio baraja la posibilidad de comprar e instalar radares por el casco urbano, que ha reducido su velocidad máxima a los 30 km/h.

Según explicó el alcalde, Òscar Noguera, el ayuntamiento llevará a cabo, en primer lugar, una campaña informativa y de concienciación dirigida especialmente a los jóvenes de la localidad. «Evidentemente el problema no es nuevo, ha pasado durante muchos años y tampoco es nuestro exclusivamente; los jóvenes, si pueden ir a 60 km/h, no irán a 45, que es la velocidad a la que debe ir un ciclomotor», manifestó el munícipe. De hecho, ya se han mantenido reuniones con grupos de jóvenes de la localidad para informarles y concienciarles. «El problema no se soluciona con denuncias, hay que insistir en el diálogo para que sean ellos mismos los que circulen a la velocidad recomendada y así se reduce el ruido y se aumenta su seguridad», detalló.

Para poner fin a dicha conducta, Noguera aseguró que, tras la campaña informativa, si no se obtienen los resultados esperados, se llevarán a cabo una serie de controles para detectar aquellos ciclomotores que circulen con piezas, como carburadores o tubos de escape, que potencian su velocidad y los decibelios que emiten. «En el caso de que se detecte algún vehículo que incumpla la normativa, se inmovilizará, y hasta que no salga de un taller con los recambios adecuados, no podrá circular», manifestó el alcalde.

El problema con los ciclomotores afecta de manera especial a las calles largas o avenidas del municipio, donde los jóvenes aprovechan las rectas para realizar «piques». Es el caso, por ejemplo, de la ronda Montolivet o la avenida Cuba. Se trata, además, de una situación que genera molestia a los vecinos de estos lugares, «sobre todo en verano y durante los meses en los que la gente suele tener la ventana abierta», añadió.

Cabe recordar que, además, el ayuntamiento se plantea la posibilidad de instalar radares en el municipio con el objetivo de, una vez se transforme en «Ciudad 30», cumplir la limitación de velocidad en todo el casco urbano. «No nos gusta prohibir, pero tenemos un problema y hay que solucionarlo», afirmó Noguera en el pleno celebrado en septiembre.

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