Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Albaida agoniza por la sequía y la expansión de la planta invasora

La plataforma Xúquer Viu reclama a la Confederación Hidrográfica que la presa de Bellús desembalse toda el agua que recibe para «no perder el caudal ecológico ni la conectividad del río»

El agua no discurre y se estanca en varias zonas. vicent m. pastor

La Real Academia Española de la Lengua define «río» como una «corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar en otra, en un lago o en el mar». En base a esa acepción, el Albaida no parece un río. En algunos puntos, el agua es insuficiente como para poder seguir su curso. Por si fuera poco, en las zonas en las que hay agua, esta está estancada y prolifera a sus anchas la planta invasora «Ludwigia Grandiflora». Los ecologistas señalan que el ecosistema del Albaida ya se empieza a ver afectado por estas circunstancias y las localidades por las que debería transcurrir el río lamentan su actual situación.

El considerable corte del agua que se suelta de los pantanos de Tous y Bellús que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) realiza cada año a principio de septiembre al terminar la campaña de riego amenazaba con afectar negativamente a la fauna y la flora del Xúquer y sus afluentes, según alertaron los ecologistas. La CHJ, sin embargo, explicó que se trata del procedimiento habitual que se realiza cuando se ha satisfecho la demanda de los regantes y que se estudiaría la situación.

El paso del tiempo no ha hecho más que constatar la delicada situación del afluente del Xúquer. «Claramente ha ido a peor, hace un tiempo aún se vislumbraba un pequeño hilo de agua pero ahora está completamente seco, son apenas cuatro charcos», explicó el alcalde de Villanueva de Castellón, Òscar Noguera. El munícipe lamentó «no poder disfrutar» de los aspectos positivos que otorgan los ríos a las localidades. «No creo que mejore a menos que llueva», afirmó.

Paco Sanz, miembro de Xúquer Viu, recordó que hay una serie de circunstancias que suelen restar agua al Albaida. Desde allí nace la acequia mayor de Torre Lloris en el término de Xàtiva, mientras que la acequia Escalona cruza también el propio afluente a la altura de Villanueva de Castellón. Se trata de dos puntos que, cuando están abiertos, pueden llevarse una buena cantidad del agua que baja por el afluente, por lo que sus aperturas en periodos de riego, junto al corte de agua desde Bellús, provoca la pérdida del caudal.

En ese sentido, Sanz señaló que el grupo ecologista mantuvo recientemente una reunión con el Comisario de Aguas y planteó la posibilidad de que, ya que en el embalse de Bellús entran unos 500 litros por segundo, sea esa la cantidad de agua que se suelte «para que no se pierda la conectividad del río y se cumpla el caudal ecológico porque, de una manera u otra, el ecosistema ya se ve afectado», añadió. Una iniciativa que se estudiará pero que todavía no se lleva a cabo.

Las afecciones de las que habla son visibles en el propio Albaida, ya que tanto la sequía como la proliferación de la «Ludwigia» suponen una merma en la calidad del ecosistema, tanto para la flora como para la fauna. Cabe recordar que se trata de una planta acuática que forma parte del catálogo de especies exóticas invasoras y que puede provocar graves daños en el ecosistema ya que se trata de una especie que se extiende con gran facilidad y consume el oxígeno del agua, lo que resulta perjudicial tanto para la población de peces como para otras especies vegetales autóctonas.

«Todos queremos recuperar el río», señaló el alcalde de Manuel, Josep Antoni Pastor, y añadió: «Tenemos que ponerlo en valor como una zona natural y de ocio, forma parte de nuestro paisaje y nuestra forma de ser. A día de hoy cuando pasas cerca del río se nota mucho que ha empeorado, ahora mismo nos encomendamos a que llueva pronto de manera consistente para que vuelva a la vida», sentenció el munícipe.

Compartir el artículo

stats