­Llombai también suma su nombre a las localidades ribereñas afectadas por el exterminio nazi. Un reciente estudio de varios investigadores que trabajan los deportados de Sagunt a los campos de exterminio del III Reich ha podido constatar que Juan Bautista Barberà Solà, que fue asesinado en el subcampo de Gusen el 14 de noviembre de 1941, procedía de Llombai, donde había nacido su familia. Sin embargo, consta como nacido en la capital del Camp de Morvedre por lo que sus padres emigraron, seguramente en busca de mejores condiciones laborales.

Con todo, Llombai también cuenta así con un vecino asesinado en los campos nazis, con lo que se suma a Carcaixent, Alzira, la Pobla Llarga, Algemesí, Sueca, Vva. de Castellón, Massalavés, Carlet, l’Alcúdia, Albalat de la Ribera, Corbera, Guadassuar, Sumacàrcer, Sollana, Turís, Tous, Cullera, Alberic y Almussafes, como ya se apuntó en el libro «La ignomínia de l’oblit. Els valencians de la Ribera als camps d’extermini nazis», publicado por la Universitat de València.

Juan Bautista Barberà Solà nació el 6 de enero de 1910. Se desconocen todavía muchos de los datos relativos a su infancia y adolescencia y quizá ya nunca puedan salir a la luz. Sí se sabe que, con el golpe de Estado capitaneado por Franco contra la democracia de los años treinta, decidió alistarse para defender la República. Contaba con poco más de veinte años y la derrota lo llevó al exilio. Tras estar momentáneamente en un campo de concentración francés pudo alistarse en la 22ª Compañía de Trabajadores Extranjeros y luchó junto a la 23ª, 25ª, 26ª y 34ª en el IV Ejército Francés. Como tantos otros miles de españoles y algunos ribereños destacados más (así como de otras comarcas como la Costera o la Vall d’Albaida) estas divisiones sirvieron para intentar contestar la ofensiva nazi en la Línea Maginot, sin excesivo éxito, ya que las tropas alemanas avanzaron a gran velocidad en lo que se conoció como «guerra relámpago» que permitió a Hitler llegar a París. Juan Bautista Barberà fue trasladado al Stalag II-B de Hammerstein, en la actual Polonia. Allí fue interrogado por la Gestapo de Scheneidemühl, en la actualidad Pila, y por su condición de «Rotspanier» fue deportado a Mauthausen en la sexta expedición que se organizó y que entró en el campo el 30 de agosto de 1940. Junto a él viajaron veintiún españoles más y recibió el número 4.249. Ese mismo día Alemania e Italia garantizaban la frontera rumana sin consultar previamente a la URSS. Los países de Eje conquistaban territorio a una velocidad sorprendente y Hitler soñaba con hacerse con el país soviético antes de finalizar el año. Seis días antes, el 24 de agosto, había llegado otro contingente de 430 españoles de Angulema, pasando por Colmar y Estrasburgo. Estaba formado por familias españolas que habían sido recluidas en Angulema por el gobierno francés de Vichy.

Barberà no duró muchos meses en el campo principal y ya el 20 de octubre del año siguiente fue trasladado al kommando de Gusen, posiblemente el más mortífero de todos los campos de aniquilación nazis. Recibió el número 14.605. Hasta allí se desplazaba a los prisioneros más enfermos o debilitados después de jornadas inacabables de trabajo esclavo, mala alimentación (se cubría alrededor del 30 % de las necesidades alimentarias) y agresiones físicas y verbales. En Gusen el vecino con ascendencia en Llombai duró apenas veinte días. Murió el 14 de noviembre de 1941, supuestamente por una neumonía. Las SS aducían causas genéricas para justificar las muertes de los prisioneros. Las razones eran bien distintas y, por supuesto, con responsables tanto directos (los carceleros), como indirectos (los líderes de un régimen que explotó laboralmente a los deportados y los asesinó en masa por razones políticas, raciales o de inclinación sexual).

Homenaje en Sagunt

El Ayuntamiento de Sagunto homenajeó la memoria de los cuatro saguntinos encarcelados y asesinados en el campo de concentración de Mauthausen durante la II Guerra Mundial, entre ellos Barberà pero también Ramón Agustí Hervàs, Francisco García Aucejo y Andrés Villaplana Rius. La investigación de sus vidas ha corrido a cargo de Lara Cardona Fernández, José Manuel Palomar Abascal y Nel·lo Navarro. Los cuatro saguntinos (entre ellos, el «ribereño» Barberà) murieron en Gusen.