Uno de los elementos arquitectónicos que caracterizan al río Xúquer son los puentes de hierro. Las emblemáticas construcciones vertebraron la comarca y permitieron conexiones entre las diversas localidades. Para conmemorar el primer centenario del Pont de Ferro de Alzira, el museo municipal organizó el pasado fin de semana una ruta para recorrer las seis infraestructuras y conocer mejor su historia. La actividad se enmarcó dentro del programa de actos de los Premis Literaris Ciutat d'Alzira.

La primera parada fue en el puente de Alzira, donde Juanjo Sanz Maseres, licenciado en Historia del Arte y colaborador del MUMA, dio las primeras pautas para conocer el contexto histórico de finales de los siglo XIX y primeros del XX, que dio paso a la nueva tecnología y la construcción de los «Caminos en el aire». La segunda parada se realizó en el puente de Gavarda, para hacer un trayecto siguiendo el curso del río, de forma que los participantes continuaron visitando los puentes de Albalat-Polinyà; Riola-Sueca; Sueca-Fortaleny para finalizar en Cullera, donde el director del Museo Histórico y Arqueológico de Cullera, Enrique Gandia, los acompañó y explicó la historia de este puente, en la actualidad el más antiguo, ya que el de Riola-Sueca se hizo de nuevo en los años 80.

A todos los participantes en esta ruta les sorprendió la singularidad de cada puente, puesto que cada uno tiene su propia tipología, historia y entorno. A la gracilidad aérea de los puentes se unía un sinfín de historias y anécdotas que Sanz detalló, amenizando, así, la contemplación de estas obras declaradas Bien de Relevancia Local, como piezas de gran valor cultural que, por separado y en conjunto, conforman un atractivo de gran interés para ribereños y visitantes. Un hecho que se puso de manifiesto al valorar no sólo el puente como obra de ingeniería del momento, si no también como pieza armoniosa en el entorno.