El acuerdo contempla que el Consell pague íntegramente los cerca de 400.000 euros de la seguridad de la piscina, correspondientes al coste de haber mantenido la vigilancia de las instalaciones desde que se paralizara su ejecución en junio de 2014. Por otra parte, existe el compromiso de la Generlaitat de dotar con dos millones de euros la segunda fase, un proyecto que ya está en redacción. Esa cuantía figurará en los presupuestos del próximo año.