El Ayuntamiento de Carlet ha aprovechado el programa de recuperación de espacios degradados de la Diputación de València para acondicionar dos parajes que, según destacó ayer la alcaldesa, Maria Josep Ortega, «se encontraban totalmente abandonados». Se trata de la Font Blanca, una parcela de 625 metros cuadrados que alberga un afloramiento natural de agua que se conoce popularmente con el nombre de «alcabó». Este manantial se encontraba medio tapado con ladrillo cerámico y las aguas sobrantes se canalizan a una balsa pequeña artificial. La parcela se encontraba completamente invadida por la vegetación, que tapaba tanto la fuente como la balsa, lo que impedía que fuera disfrutada por los vecinos. Los trabajos de recuperación han convertido este espacio en una zona recreativa y de ocio ya que, además de la limpieza, se han instalado tres mesas de pic nic.

Paralelamente, también se ha habilitado la zona de descanso de la Mola, una parcela de casi 1.500 metros cuadrados que se acondicionó en el año 2008 como área de descanso de la ruta ciclista por la Mola. Se trata de un terreno desnivelado al que se acceder por un camino propio de la parcela que configura un mirador sobre esta zona, al que no se podía acceder con normalidad debido a la situación de abandono, según indicaron ayer fuentes municipales. Los trabajos de rehabilitación han consistido en la limpieza del terreno, la poda de los árboles, la reposición del mobiliario y la señalización para mejorar el acceso.

El diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, y la alcaldesa de Carlet supervisaron ayer los trabajos realizados en ambos parajes, que han supuesto una inversión de 30.000 euros, de los que la corporación provincial ha aportado el 80 %.