La Ribera condenó ayer el último asesinato machista que acabó en Elda con la vida de Jessyca Bravo, tiroteada por su expareja cuando recogía a su hijo de un colegio. Varios municipios guardaron respetuosos minutos de silencio por la víctima y mostraron su repulsa por los actos de violencia contra las mujeres.
Cullera fue una de las localidades que condeó el asesinato del pasado miércoles. El alcalde, Jordi Mayor, presidió la concentración y manifestó el rechazo de la sociedad local a la violencia contra las mujeres. En la plaza de España se reunieron tanto ciudadanos anónimos como distintos representantes del tejido social y político de la ciudad.
El ayuntamiento de Algemesí convocó en la plaza Mayor una concentración para mostrar el rechazo por el asesinato de Jessyca. Se realizó un llamamiento a la sociedad para denunciar firmemente todo tipo de ataque contra las mujeres y unierse para erradicar la violencia machista. La alcaldesa, Marta Trenzano, así como varios concejales de diversos partidos y trabajadores municipales han mostrado su condena a las puertas del ayuntamiento.
Estos no fueron los únicos ejemplos, ya que también se realizaron concentraciones silenciosas y de condena en localidades como l'Alcúdia, Sueca, Carlet o Carcaixent, con decenas de personas en todas ellas.
