La situación de sequía generalizada en la comarca preocupa a una parte de la población, ya sea por su conciencia medioambiental o porque vive del campo. La falta de lluvias causa grandes estragos en el ecosistema de la Ribera y uno de los grandes damnificados es el río Albaida. En un intento por paliar su delicada situación, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha llegado a doblar la cantidad de agua que desembalsa el pantano de Bellús para mejorar la situación del afluente del Xúquer que, como adelantó este diario, agonizaba, con algunos de sus tramos prácticamente secos tanto a su paso por Manuel como por Villanueva de Castellón.

Según explicó a este periódico Paco Sanz, portavoz de Xúquer Viu, la CHJ aumentó la aportación al Albaida desde el embalse de Bellús: «En nuestras múltiples conversaciones con el Comisario de Aguas en las que alertábamos de la situación del Albaida nos emplazaba a la finalización de unas obras que estaban pendientes para poder soltar más agua de la presa. Con esa actuación completada, la CHJ ahora ha duplicado el caudal que desembalsa Bellús», explicó. Concretamente, se ha pasado de unos 250 litros por segundo a 480, que es la cantidad que el embalse recibe del río, detalló Sanz. «Simplemente queríamos eso, que la presa soltara al menos tanta agua como recibía, aunque la CHJ nos ha comentado que por momento se ha desembalsado algo más», comentó.

Esos doscientos litros se corresponden al denominado caudal ecológico, una cantidad que Sanz y los ecologistas consideran «insuficiente» para mantener el ecosistema. Con todo, señaló que el incremento de la aportación del embalse al Albaida «es un buen detalle» por parte de la CHJ. «No es que ahora pase por su mejor momento, pero al menos ahora hay un hilo. Si en septiembre se llegó a perder la conectividad del río en algunos tramos, ahora ya existe. No obstante, hay que ser conscientes de que la conexión del río tarda bastante en recuperarse por completo. En primer lugar, la tierra del cauce absorbe buena parte del agua, posteriormente ya se reestablece el flujo», señaló Sanz.

Pendientes del cielo

Con todo, el propio Sanz señaló que la situación del Albaida tiene una única solución posible: «Es difícil ahora pedir mucho más o buscar culpables, aunque reclamemos mejores políticas, porque en estos momentos para salvar al río sería necesaria una buena llovida, tanto aquí en la Ribera, que se empape bien, como en la cabecera del río», señaló.

Precisamente, los distintos alcaldes de los pueblos de la comarca ya mostraron en el pasado su preocupación por el estado del río y apuntaron la necesidad de que se produzcan precipitaciones para que el Albaida recupere su mejor imagen. Mientras tanto, lamentaron que en su situación actual no pueden contar con un elemento natural y paisajístico que forma parte de su propia identidad.

Cabe recordar que el Albaida empezó a mostrar su peor imagen en septiembre, cuando la CHJ cortó el agua que se suelta de los pantanos de Tous y Bellús, como suele hacer cada año a principio de ese mes al terminar la campaña de riego, una vez se satisface la demanda agrícola. Las formaciones ecologistas alertaron entonces de que el corte amenazaba con afectar negativamente a la fauna y la flora del Xúquer y sus afluentes.