Pilar de la Oliva, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, visitó ayer el salón de actos del IES Josep Maria Parra de Alzira para atender a los alumnos de 4º de ESO en una especie de entrevista de carácter pedagógico, didáctico e instructivo. La magistrada hizo un balance sobre lo que supone la justicia para la sociedad y analizó el momento por el que pasa su profesión. «Nuestro trabajo es discreto y callado. La gente no se da cuenta que detrás de la tranquilidad están los jueeces. Estamos para servir a la ciudadanía. En la actualidad existen muchos problemas. Por ejemplo, nosotros tenemos una gran carga de trabajo y hay muchas carencias como para poder asumirlo. Aun así, la trayectoria vital de las personas camina paralelamente con la Justicia», aseguró.
De la Oliva también explicó a los jóvenes en qué consiste su trabajo y la razón por la que se decantó por el derecho. «Éramos personas con muchas inquietudes y además, vivíamos en una época en la que se acercaba el fin del franquismo. La profesión permite ayudar a las personas y yo tenía claro que quería formar parte de ella», declaró de la Oliva.
Experiencias que marcan
La juez declaró que a sus 61 años, ha vivido situaciones de gran satisfacción, como cuando logró desarticular a bandas internacionales que se dedicaban al tráfico de drogas, y también sucesos complicados, como cuando tiene que realizar el levantamiento de cadáveres o enviar a alguien a la cárcel por haber incumplido la ley. «Me considero una afortunada. Es cierto que los jueces de instrucción actuamos en los momentos más duros de las personas, pero también hay tiempo para alegrías», manifestó.
Asimismo, la presidenta del TSJ reivindicó la presencia de las mujeres en el derecho español. «Gran parte de la administración está ocupada por mujeres. Yo he tenido la suerte de que durante mi trayectoría no he sufrido discriminación por mi condición sexual. Las chicas no tenemos que demostrar una valía superior a los hombres. Es cierto que en la facultad hay más mujeres pero los dos ambos somos necesarios en esta sociedad».
También habló sobre las dificultades con las que se van a encontrar los jóvenes en la vida y cómo saber afrontarlas para poder tener un camino lleno de plenitud. «En la vida hay momentos en los que tienes que apartar cosas para llegar a tu objetivo. En mi momento, yo tuve que renunciar a algunas cosas para llegar a mi objetivo final, aunque tampoco me perdí mucho. A día de hoy, sigo teniendo las mismas amigas que cuando estaba en el instituto», sostuvo.
Por último, Pilar de la Oliva recordó a los jóvenes que deben actuar con conciencia y atender siempre a los padres y a los profesores. «La escala de valores no se puede abandonar nunca. Por ejemplo, ahora está muy de moda el mundo de las redes sociales y las drogas. Esto ha provocado que haya un aumento de las enfermedades mentales. Hay que ir con precaución y rechazar las cosas que nos pueden inducir a cometer un hecho delictivo, porque eso significa traspasar las normas de convivencia. No solo nos hacemos daños nosotros sino que nuestras familias padecen igual o más. Hay que ir por el lugar y el camino adecuado», sentenció.
